23 mayo, 2025
Redacción PH
El pronto esclarecimiento del atentado contra los funcionarios del gobierno capitalino es la prueba de fuego para que la jefa de gobierno, Clara Brugada, demuestre, ante todo el país, que tiene el control de la Ciudad de México.
Siendo la seguridad el tópico por excelencia en el país, la capital de México no es la excepción; sobre todo, porque más allá de que la CDMX es considerada el estado 32 de la República, sigue siendo el Distrito Federal, donde se asientan los tres poderes de la nación.
Sin duda, una prueba de fuego dolorosa para la jefa de gobierno, cuya popularidad no está cuestionada; pero queda claro que, tras el atentado contra sus más cercanos colaboradores, Brugada Molina debe demostrar que en la Ciudad de México hay gobernabilidad.
Para ello, el esclarecimiento del atentado fatal contra Ximena Guzmán, su asistente personal y José Muñoz, su jefe de asesores, es justamente el punto de inflexión para que la jefa de gobierno no se confié en su popularidad y tras una investigación certera, aplique la ley caiga quien caiga.
Lo cual no debe ser difícil, ya que el crimen se perpetró a plena luz del día, en una transitada avenida y frente a una cámara de vigilancia del C5: Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la CDMX, una de las más valiosas herramientas del gobierno capitalino en términos de seguridad y emergencias.
Así, no debe existir pretexto para no dar con los responsables del crimen; más aún cuando, a través de esas mismas cámaras de vigilancia, diariamente se identifican y capturan a ladrones.
Por otro lado, la misma presidenta de México, Claudia Sheinbaum, conoce muy bien la Ciudad de México y sus rincones más oscuros, lo mismo que el actual secretario de seguridad Omar García Harfuch y la propia secretaria de gobernación, Rosa Icela Rodríguez; pues los tres han sido funcionarios del gobierno capitalino.
Por otro lado, es importante destacar que el simbolismo que deja el atentado público contra dos funcionarios del gobierno de la CDMX es mayúsculo, pues deja al descubierto la vulnerabilidad de la autoridad y el cuestionamiento de la gobernabilidad en la ciudad más vigilada del país.
Un terrible golpe que toca las fibras más sensibles del gobierno capitalino, como es el haber atentado contra la vida de funcionarios del primer círculo de la jefa de gobierno. Por tal situación, corresponde a Brugada Molina demostrar fortaleza, entereza y eficacia para aplicar la ley y brindar justicia pronta y expedita.
Ante los hechos lamentables, se espera de las autoridades capitalinas que esclarezcan el doble homicidio a la brevedad y que no muestren una imagen de debilidad en tiempos de transformación.
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