20 noviembre, 2019
redaccionph
Un juez federal dictó auto de formal prisión a María Irene Arteaga Rangel, agente de la Policía de Puebla, por presuntamente haber cometido el delito de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho Ribeiro.
Gerardo Vázquez Morales, juez Segundo de Distrito en Materia Penal de Quintana Roo, determinó que la Fiscalía General de la República (FGR) ofreció los indicios suficientes para iniciarle un proceso a la uniformada que participó en la captura y traslado de la periodista en 2005.
El juzgador le dictó auto de formal prisión por su probable participación como autora material en la comisión del delito de tortura en perjuicio de una periodista, derivado de la orden de aprehensión solicitada por la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión de la FGR. 1
La semana pasada, la Policía Federal Ministerial de la FGR le cumplimentó a Arteaga Rangel esta orden de aprehensión luego de ejecutar una orden de cateo autorizada por un juez en un domicilio de la ciudad de Puebla.
De acuerdo con la Fiscalía, el 16 de diciembre de 2005, cuando Cacho fue aprehendida en Cancún, la agente participó activamente en su traslado por tierra.
Durante el trayecto Arteaga Rangel se habría encargado de violentarla de manera física y psicológica, además de humillarla, intimidarla y amenazarla.
Cabe recordar que en la también activista fue detenida con base en una orden de captura que derivaba de una denuncia de Kamel Nacif Borge, por los delitos de difamación y calumnias, luego de que fuera mencionado en su libro “Los Demonios del Edén”, donde señaló a varios empresarios y políticos implicados en casos de pederastia.
Arteaga Rangel es la cuarta persona aprehendida por el caso de Lydia Cacho. Antes fueron detenidos Miguel Mora Olvera y Alejandro Rocha Laureano, agentes de la Policía de Puebla, así como Juan Sánchez Moreno, excomandante de la Unidad Especializada en Cumplimiento a Mandamientos Judiciales, de la Procuraduría estatal.
En tanto, Mario Marín Torres, Adolfo Karam Beltrán y el “Rey de la Mezclilla” , considerados los autores intelectuales del ataque contra la también activista, son considerados prófugos de la justicia pese a que hace unos días ganaron un amparo.