Redacción

Aunque desde enero un mercado de Wuhan, China, fue identificado como el epicentro de virus COVID-19, el cual se expandió por todo el mundo y actualmente mantiene a casi todo el planeta en cuarentena y sin una vacuna para tratarlo, el régimen chino permitió la inauguración de su “tradicional” festival anual de carne de perro.

Las críticas no se hicieron esperar, no sólo por la falta de condiciones higiénicas, sino porque en más de una ocasión se ha advertido que fue el gusto por “alimentos exóticos” una de las posibles causas que originaron esta nueva cepa de coronavirus.

En tanto la comunidad internacional y activistas han reclamado que el régimen únicamente lanzó una tímida campaña para evitar el festival que durante 10 días reúne a cientos de personas en Yulin, Guangxi, para comprar perros y comerlos.

La falta de higiene también fue criticada por los asistentes y activistas que advirtieron que el mercado no respetó los lineamientos de seguridad, pues mantuvieron a diversos ejemplares en lugares muy pequeños, sin ventilación y con poca agua.

El festival se celebra cada solsticio de verano en Yulin, donde miles de perros son sacrificados, vendidos, cocinados y consumidos como parte de una tradición, sin embargo, varias de sus prácticas exhiben una innecesaria crueldad animal, por lo que desde hace varios años activistas han exigido que se prohibía.

Fue hasta este año, en el marco de la pandemia y sus posibles orígenes, cuando en China se aprobó una iniciativa de ley que prohíbe el consumo y comercialización de animales salvajes.

En tanto, el Ejecutivo chino ya está considerando promulgar nuevas leyes que también prohíban comercializar animales de compañía, para así proteger también a las mascotas tras el brote de coronavirus, que ha obligado al país a reconsiderar este tipo de hábitos.

A la par el Ministerio de Agricultura ha decidido clasificar a los perros como mascotas en lugar de ganado, lo que ha provocado numerosas incertidumbres sobre cómo afectará este cambio al tradicional festival de Yulin, el cual podría desaparecer en los próximos años.