Edén Político

Pedro Lara Hernández

El voto es preciado. Es la herramienta sin
violencia más poderosa que tenemos en una
sociedad democrática y debemos usarla

John Lewis

En el histórico fraude electoral perpetrado en las elecciones presidenciales de 1988, cuando era presidente de la República el Lic. Miguel de la Madrid Hurtado, se despojó del triunfo electoral al Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, dándole el triunfo al priista Carlos Salinas de Gortari.

La imperiosa necesidad de legitimar ese nuevo gobierno derivó en la creación del Instituto Federal Electoral (IFE) el 11 de octubre de 1990,  que encabezaría en sus inicios el Secretario de Gobernación. Don Fernando Gutiérrez Barrios fue su primer presidente. En 1996 el IFE se destetó del gobierno y se integró con consejeros ciudadanos. El nuevo Instituto tenía entre sus fines contribuir al desarrollo de la vida democrática, promover el voto y coadyuvar a la difusión de la educación cívica y la cultura democrática.

El actual Instituto Nacional de Electoral (INE) en 2024 cuenta con un presupuesto de 22 mil 322 millones 879 mil 716 pesos, con funcionarios públicos que cobran como si fueran del primer mundo, con tremenda falla en su funcionamiento, misma que permite enormes fraudes electorales cada tres y cada seis años.

El domingo 2 de junio de 2024 alrededor de 100 millones de mexicanos (as) tendremos la oportunidad de emitir nuestro voto y elegir a los gobernantes del Poder Ejecutivo, del Congreso de la Unión, así como nueve gobernadores, 31 Legislaturas estatales y regidores y síndicos municipales. En fin es la elección mas grande que se haya llevado a cabo en nuestro país. Eligiendo a 20 mil 286 cargos de elección popular.

Por experiencia y por conocimiento político puedo asegurar que la falla que observo, que pareciera tribial, se ha presentado elección tras elección, y es que la ciudadanía no sabe emitir correctamente su voto por el candidato que desea. Lo explicaré con peras y manzanas.

Cuando el ciudadano llega a la casilla que le corresponde, ingresa, entrega su credencial de elector, le entregan seis boletas de seis colores y se debe dirigir a la mampara donde tendrá que señalar con una cruz a las (os) candidatos de su simpatía.

Todo ciudadano me dará la razón, pues cuando ingresa a la mampara, no sabe exactamente que hacer en cada boleta, porque están mal diseñadas, con un nivel de dificultad que solo los señores que las elaboran conocen. El ciudadano al mirarlas por primera vez, observa varios nombres repetidos en varios partidos políticos, no sabe si cruzar uno o todos los nombres de su simpatia con la incertidumbre de que su voto se anule.  

La ignorancia de este procedimiento que comento, ha dado como resultado que en cada elección haya centenas de miles de votos anulados. A quienes por lo visto nadie interesa. La cantidad de votos anulados muchas veces ha superado lo que obtienen algunos partidos políticos con registro.

Nunca, la autoridad electoral responsable de la buena organización de las elecciones se ha preocupado por corregir este mecanismo a todas luces antidemocrático, y mucho menos explicarle a los millones de votantes con claridad como están colocados los nombres de los candidatos en las boletas electorales. Por qué se repiten los nombres de los candidatos. Por qué van colocados sus nombres en la forma en que aparecen. Si se puede cruzar todas las veces que aparece el candidato de su simpatía, o solo una de ellas. Qué es lo que le da validez a un voto para que no se anule.

Y señores, les estoy hablando de falta de información en el procedimiento de votar en un ciudadano urbano, no quiero pensar que dificultades pasan los ciudadanos que votan en las zonas rurales o indígenas de nuestro país. Y también los millones de jóvenes que por primera vez se presentarán a votar.

El número cada vez mas creciente de votos anulados, elección tras elección, representa la reprobación y la falta de responsabilidad de los funcionarios electorales que tienen la obligación constitucional de capacitar e informar correctamente a los ciudadanos para que con su voto se logren elecciones democráticas en nuestro país.