Edén Político
La lucha por el poder político en México
Pedro Lara Hernández

En el pasado, aquellos que locamente buscaron
el poder cabalgando a lomo de un tigre
acabaron dentro de él
John F. Kennedy

A lo largo de la historia, el camino de los políticos y gobiernos que buscan el bienestar del pueblo ha sido pedregoso, rocoso, áspero y complicado. Muchos se han quedado en el camino, aunque sus ideales perduran, convirtiéndose en la bandera que impulsa a quienes continúan en la lucha por construir una sociedad mas justa y equitativa.

La historia política de México revela que las sucesiones presidenciales han sido difíciles y traumáticas, siempre marcadas por la afición humana al poder político y económico. La Revolución Mexicana surgió como respuesta social a un régimen oligárquico, forzando la renuncia de Porfirio Díaz en 2011. El demócrata Francisco I. Madero asumió brevemente la presidencia, pero su ambicioso asesino, Victoriano Huerta, truncó su mandato junto con el vicepresidente, José María Pino Suárez.

Ante estos eventos trágicos, el gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, lideró la lucha política, derrocando a huerta y asumiendo la presidencia. Años mas tarde, el general Álvaro Obregón fue asesinado al intentar la reelección, dando pasó al general Plutarco Elías Calles, quien institucionalizó el poder presidencial mediante un partido político sólido que se mantuvo en el poder por más de 70 años.

En la actualidad, en cada sucesión presidencial, la derecha nacional participa activamente para salvaguardar con enorme celo sus intereses económicos, incluso cuando los candidatos son moderados y proponen programas sociales. Siempre está presente la lucha de dos proyectos nacionales divergentes: uno concentrador de la riqueza y otro que busca una distribución de la riqueza más equilibrada.

Desde 1982, han hecho acto de presencia seis presidentes de la república que entregaron la mayoría de los bienes nacionales a manos privadas, nacionales y extranjeras, generando una élite adinerada, mientras más de la mitad de la población vive en la pobreza.

El gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde el 1º de diciembre de 2018 ha abordado la difícil problemática nacional con programas sociales significativos que benefician directamente al pueblo mexicano. Se ha apoyado a adultos mayores, estudiantes, jóvenes y trabajadores del campo. Además, se ha incrementado el salario Mínimo, detenido el aumento de los combustibles y energía eléctrica, regalado fertilizantes a los campesinos y realizado importantes obras públicas para generar empleo. El sector salud se ha fortalecido, buscando equilibrar las condiciones económicas y sociales y reducir los conflictos originados por la pobreza.

A pesar de estos esfuerzos, persiste  la falta de una educación integral para la población, que es aprovechada por los dueños de los medios de comunicación masiva para mantener distracciones que impiden a un sector de la sociedad ver con claridad las soluciones a los problemas esenciales del país. De ahí la importancia que tiene la conferencia matutina diaria que ofrece el presidente, en donde no solo desenmascara a sus adversarios, sino que informa puntualmente al pueblo mexicano sobre los programas y las acciones del gobierno Federal.

El avance tecnológico moderno, es decir, las benditas redes sociales, han contribuido considerablemente a democratizar la información en la sociedad mexicana, dificultando que se manipule con facilidad la realidad. Esto ha permitido que la población se informe oportunamente y directamente, y sea cada vez más difícil que le den, -como dicen en mi pueblo-, “gato por liebre”.