Como dijera el clásico: Para que los jóvenes conozcan el pasado y entiendan el futuro.

El gobierno de Enrique González Pedrero, que inició el 1º de enero de 1983, se conformó con dos grupos políticos predominantes. El tecnócrata, con los llamados extraestatales, encabezado por Roberto Salcedo y Adán Pérez, importados de la Ciudad de México, quienes se aliaron al grupo Conasupo liderado por Gustavo Rosario, presidente municipal de Centro; y el grupo político tabasqueño liderado por José Eduardo Beltrán Hernández, secretario de Gobierno, quien había fungido como coordinador general de la campaña política electoral, y Andrés Manuel López Obrador, presidente del PRI estatal, y quien fue coordinador del CEPES del PRI estatal en la misma campaña.

Desde el inicio del periodo gubernamental, se dio una lucha política entre los dos grupos. La cual hizo crisis en agosto, apenas a 8 meses de haber comenzado el gobierno. Andrés Manuel, desde el PRI, y en aras de evitar la corrupción, instrumentó con delegados una supervisión de los recursos asignados a los 17 municipios del estado. Esto, desde luego, no gusto a los presidentes municipales, quienes manifestaron su inconformidad al gobernador del Estado. Entonces, se organizó una asonada en contra del dirigente estatal del PRI, Andrés Manuel López Obrador, promovida por los integrantes del grupo político opositor.

El gobernador González Pedrero realizó una reunión en el Palacio de Gobierno, donde, al escuchar los planteamientos, se puso del lado de los presidentes municipales y Andrés Manuel tuvo que renunciar a su cargo. El gobernador le ofreció ser Oficial Mayor, posición administrativa que aceptó solo para renunciar después y salir con su familia hacia la Ciudad de México. Sus enemigos políticos lo expulsaron de Tabasco, sin saber que lo estaban mandando a ser Presidente de México.

En el año de 2023, Morena organizó un proceso interno para elegir a la persona que sería el coordinador de los Comités de la Defensa de la Cuarta Transformación, quien en los hechos se convertiría en el candidato a la presidencia de la república. Originalmente se convino en dar posiciones a los protagonistas de acuerdo a como quedaran en la encuesta de la elección interna. Las condiciones políticas cambiaron y no se respetó este acuerdo. Claudia Sheinbaum ganó el proceso y, por ende, la candidatura.

Marcelo Ebrard, que debía coordinar a los Senadores, fue nombrado secretario de Economía; a Adán Augusto López, que debía obtener una secretaria, le dieron el liderazgo de los senadores; a Ricardo Monreal, que solo le correspondía una posición plurinominal, le dieron la coordinación de los diputados federales; a Gerardo Fernández Noroña y a Manuel Velasco no les dieron mas que sus posiciones plurinominales.

En mi modesta opinión, pero sustentada en mi experiencia política, considero que a Gerardo Fernández Noroña, quién hizo la campaña más modesta y más apegada a las reglas, fue el único aspirante que desde que se conoció el resultado cerró filas con la ganadora Claudia Sheinbaum, dándole todo su apoyo y reconocimiento. Esto permitió legitimar el proceso, que otros, con sus actitudes desleales, pudieron haber descarrilado o deslegitimado.

Gerardo Fernández Noroña es el legislador de izquierda que más defendió las políticas y las iniciativas promovidas por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador desde la tribuna del Cámara de Diputados.

Ahora será senador de la República por el partido Morena. Considero que al dejarlo sin ninguna responsabilidad administrativa, le están haciendo el favor de su vida, porque utilizará el método de López Obrador, visitando todos los rincones del país durante seis años, madurando con mucho trabajo político y mucha paciencia su posibilidad real de ser el próximo presidente de México. Solo la fatalidad se lo impediría.

Sin falsa modestia, puedo comentar que muy pocas veces me he equivocado en mis análisis políticos. Porque estos no salen de la imaginación, sino que están basados en el análisis de variables reales, medibles, condiciones y contextos. Y sobre todo en el análisis del funcionamiento del sistema político mexicano, el conocimiento del poder y en el estudio detallado del comportamiento humano de las personas que se dedican a la actividad política.

Si las condiciones políticas del país avanzan con normalidad y Gerardo Fernández Noroña goza de buena salud, será muy difícil que alguien pueda impedir que cierre muy fuerte la próxima carrera presidencial con grandes posibilidades de triunfo. Al tiempo.