El gobernador electo, Miguel Barbosa, ha dado a conocer los primeros nombramientos de quienes conformarán su gabinete. Preocupa a la comunidad dedicada al arte en Puebla qué pasará, en concreto, con la cultura (ahora fusionada a Turismo).
En el equipo de transición aparece el nombre de Vanessa Barahona, quien trabajó en una secretaría con Blanca Alcalá cuando ésta fungió como Presidenta Municipal. Sin embargo ha trascendido que quien estará a cargo del área es Erika Rubí Ramírez Martínez.
Podría parecer cosa nimia pero no lo es. ¿Quién es Erika Rubí Ramírez Martínez? Egresada de Administración de Empresas de la Benemérita, estuvo a cargo de la dirección administrativa de la Secretaría de Cultura durante el sexenio de Mario Marín Torres.
Entre otras cosas, su currículum hablaba de tener experiencia como analista. Todo seguiría desapercibido pero no lo es cuando se encienden los focos rojos.
Luego de un noviazgo casi secreto con quien fungía como (des)Secretario de Cultura, se casó con él. Sí: contrajo nupcias nada menos que con Alejandro Montiel Bonilla.
En la campaña de Miguel Barbosa el ex funcionario Montiel manejó la idea, a través de un operador del gobernador electo, para que Erika Rubí Ramírez Martínez ocupara ahora el cargo puesto que se tiene el proyecto de separar Turismo de Cultura, tal como funcionaba antes.
Esa costumbre de querer imponer a sus parejas para seguir tras el poder no termina. Pero lo grave es que Erika Rubí Ramírez Martínez no representa a nadie, nada tiene que ver con el arte ni con la cultura (su esposo tampoco) pero es seria aspirante al cargo, lo que sería lamentable y gravísimo. ¿Se entendería –o cómo se explicaría– la presencia de una ex funcionaria marinista en el equipo que el gobernador electo Miguel Barbosa dará a conocer en estos días? Sería, en serio, un asunto delicado. O bien, una opaca y gris secretaria de cultura que no podrá hacer nada.
Habría que incluir entre los puntos de su proyecto, la investigación sobre la biblioteca Tola de Habich (tenía más de 70 mil volúmenes sobre siglo XIX) que despareció cuando ella era la directora administrativa de cultura en los oscuros tiempos de Montiel Bonilla. (JGS)
