Marcos Miranda Cogco, periodista veracruzano que la semana pasada fue víctima de secuestro y horas después liberado, reclamó públicamente apoyo para que él y su familia puedan salir del país, pues las amenazas continúan.

En un breve video el comunicador relató que pese a las promesas de Cuitláhuac García, la seguridad permanente que le prometieron no existe y que incluso, recibió más amenazas,

“Me acaban de volver a amenazar: que me van a disparar, que me van a matar, que van a matar a mi familia y no hay ni una puta méndiga organización que me pueda ayudar. ¿Dónde está el puto méndigo gobierno, al que le estoy pidiendo que me saque de aquí?, ¿qué esperan, que me maten a mí o que maten a alguno de mis hijos? ¡Con una chingada, les estoy pidiendo, ayúdenme!”

El pasado 12 de junio Miranda Cogco fue secuestrado. Fue hasta la 1:00 de la mañana del día siguiente que se consiguió su liberación.

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El comunicador detalló que iba ser cambiado de casa de seguridad y que estaba seguro de que “le darían piso”.

Sin embargo en el camino elementos de SSP que patrullaban el lugar notaron que, a altas horas de la noche, un auto se metió a la terracería, “les resultó sospechoso, lo siguieron y se armó la balacera”.

En la transmisión de Facebook Live en la que Marcos Miranda contó los pormenores de su liberación, comentó que el gobierno de Veracruz, a cargo de Cuitláhuac García, le aseguró que se haría cargo de su protección. Sin embargo, el video en el que el desesperado periodista difundió ayer, 17 de junio, pone en evidencia lo contrario.

Completamente descompuesto el comunicador lanza otro llamado y acusa de promesas incumplidas por parte del gobierno de García.

“¡Pinche protección de mierda que dicen que voy a tener, ni qué la madre! Estoy que me lleva la chingada, yo quiero irme. Discúlpenme, pero estoy hasta la madre de que me estén chingando, de que me vuelvan a amenazar, que me vuelvan a decir que me van a pegar un tiro, que vuelvan a amenazar a mi familia. ¡Con una chingada, qué no hay nadie que me pueda sacar de aquí de México!, ¡Sáquenme de aquí!”.

De acuerdo con el comunicador, tras su secuestro, una patrulla se hizo cargo de su seguridad sin embargo, ésta ya no se volvió a aparecer.

Tras su liberación, volvió a intentar realizar su trabajo, pero tras las amenazas prefirió suspender su labor periodística, pese a que el morenista, incluso le prometió que tendría seguridad permanente afuera del Café La Parroquia, desde donde diariamente realizaba sus trasmisiones.