En medio de una fuerte discusión que ha dividido al estado, a partir de este martes 26 de febrero, el matrimonio civil igualitario ya es una realidad en Nuevo León.

La resolución se da a una semana que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) falló contra el código civil del estado de Nuevo León por inconstitucional y discriminatorio, pues éste prohibía el matrimonio entre personas del mismo sexo.

En redes sociales, el Movimiento por la Igualdad en Nuevo León dio a conocer la noticia y adelantó que la meta ahora será ir por la Ley de Identidad de Género.

En tanto, el Congreso local fue notificado sobre la resolución que emitió la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para invalidar los artículos 140, 147 y 148 que impedían el enlace de dos personas del mismo sexo.

“Las declaraciones de invalidez decretadas en este fallo, así como sus efectos, se surtirán a partir de la notificación de los puntos resolutivos de esta sentencia al Poder Legislativo del Estado de Nuevo León”.

Precisa el tercer término del oficio firmado por Carmina Cortés Rodríguez, secretaria de la Sección de Trámite de Controversias Constitucionales y de Acciones de Inconstitucionalidad de la SCJN.

Mientras una parte de la sociedad nuevoleonense festejaba el fallo, otra parte, encabezada por el colectivo Familias Fuertes Unidas por Nuevo León, que incluye organizaciones civiles, iglesia católica y evangélica, exigía a los legisladores respetar el matrimonio “natural”, es decir entre hombre y mujer.

Carolina Garza, una de las “activistas” que protestó ante el Congreso local, aseveró que “la gran mayoría” está a favor del “matrimonio natural” que se formó mucho antes que la sociedad y protege a la familia para que se desarrollen “ciudadanos íntegros”.

“Así es que no legisle y que recuerden que deben de hacerlo conforme la mayoría de la gente y no minorías, nosotros respetamos las preferencias sexuales de las personas, ellos pueden hacer de su vida lo que quieran, pero no pueden imponer y venir a dañar el matrimonio”.

Su postura fue secundada por Marcial Padilla, antiabortista y director de Con Participación, quien calificó de “autoritario, antidemocrático y nocivo” al matrimonio gay pues “en vez de que todos seamos iguales ante la ley, de pronto una minoría nos está cambiando a toda la mayoría”.

“La Suprema Corte realizó algo que en primer lugar es injusto, es autoritario y es nocivo (…) saben por qué fue nocivo, porque qué tan bueno es que te impongan una forma de pensar, que venga alguien que no es de aquí, por quien no votaste tú por él y te obligue a pensar y a tener a tu familia de cierta forma”.