Rafael Murúa Manríquez, periodista y director de la radio comunitaria Radiokashana, fue asesinado y su cuerpo encontrado este domingo en la comunidad de Santa Rosalía, municipio de Mulegé, en Baja California Sur.

Desde 2017 el reportero se apegó al protocolo de protección a periodistas del Gobierno mexicano a causa de las constantes amenazas que recibía por su trabajo periodístico.

El comunicador había sido reportado como desaparecido, luego de que horas antes las autoridades encontraron su automóvil, un Nissan Altima modelo 1998, blanco, en la calle 11 esquina con Constitución.

El año pasado, Rafael Murúa, de 34 años de edad, recibió amenazas, lo cual hizo constar en un texto: “En 52 días de gobierno de Felipe Prado he vivido más agresiones y abuso de autoridad que en los 6 años anteriores desde que ejerzo el periodismo en mi natal Santa Rosalía”.

Murúa Manríquez tenía 10 años de trayectoria profesional, colaboraba con el periódico local Diario Independiente y además de la radio comunitaria que fundó y podía escucharse en las ciudades de Santa Rosalía, Guerrero Negro y Cabos San Lucas.

Murúa era crítico del gobierno municipal de Mulegé, a cargo de Felipe Prado, quién ha sido cuestionado por presuntas irregularidades en la licitación de obra pública, incluso amigos y colegas no descartan que su asesinato esté ligado a su trabajo pues era una de las pocas voces críticas en el municipio.

Rafael era licenciado en periodismo por la Universidad de Sonora (Unison), redes de corrupción y nepotismo en las oficinas públicas figuran entre las investigaciones del comunicador que dejó a su esposa y tres hijos.

De acuerdo a lo informado en las últimas horas, Murúa Manríquez abandonó en agosto de 2017 su entidad para refugiarse un tiempo en la Ciudad de México. Regresando a su estado natal meses más tarde, confiando en la información proporcionada por el gobierno federal de que el acoso contra su persona había terminado.

Su homicidio, es el primero del año contra un periodista en México.