Más de lo mismo. Las campañas no trajeron nada nuevo. Y Puebla y los poblanos siguen esperando los cambios. 

Puebla necesita que la esperanza se concrete.

Los nuevos rumbos, los que se avizoran son los mismos de hace un año. Esperanza, conciliación, nuevos caminos; cambios.

Hasta ahora, las campañas no cambiaron nada: guerra sucia, intereses políticos y económicos venidos de otras latitudes, las mismas promesas, los mismos actores, los mismos papeles; primeros actores, actores de reparto, extras, guiones: lo mismo.

Las posiciones de los candidatos, de principio a fin de las campañas no cambiaron; acaso esperar para observar si las preferencias en el orden cambian o reducen las ventajas.

Luis Miguel Barbosa Huerta, Enrique Cárdenas Sanchez, Alberto Jiménez Merino, en ese orden, a esperar que los poblanos establezcan las diferencias entre unos y otros. 

Un debate sobreactuado en el cual las revelaciones fueron las conductoras. Un gasto excesivo del INE en el proceso que no cumplió con las expectativas.

Lo claro es que una época a terminado: el morenovallismo. Una nueva hará su aparición: Morena. Que ya asomó en el municipio y que nada ha cambiado para bien.

Viene el turno de los poderes y grupos, personajes que al acecho intentan conseguir la querencia de los nuevos amos.

Buscan reacomodo.

Por ahora, a esperar que las promesas se cumplan.

@luisenriquesf

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