José Rosas Aispuro Torres, gobernador de Durango, anunció que la entidad volverá al Semáforo Rojo por la COVID-19, debido al incremento de casos y contagios en el estado. “Durango enfrenta la etapa más difícil desde que se decretó la emergencia sanitaria a cual de la aparición del COVID-19 en nuestro país”.

En un mensaje a medios, el mandatario precisó que la decisión se tomó en concordancia con las autoridades municipales y federales, con el fin de evitar un repunte en el número de casos.

El estado registra aumento de casos positivos y de positividad en pruebas realizadas y una mayor demanda hospitalaria; creció también la velocidad de contagio y número de fallecimientos.

Con el cambio, Durango se suma a Chihuahua en retornar a la fase de semáforo rojo.

Por ello, dijo que del 3 hasta el 17 de noviembre se restringirán algunas actividades, con el fin de disminuir la presencia de personas en el espacio público.

Las medidas incluyen la suspensión de venta de bebidas alcohólicas en la vía pública; sólo se podrán llevar a cabo actividades esenciales como las del sector automotriz, minero, forestal, energético y de la construcción.

Además, los supermercados, farmacias, bancos restaurante sin venta de alcohol, puestos de comida para llevar y hoteles, sólo podrán operar con un aforo restringido.

A la par, el gobierno del estado establecerá guardias y el personal que no labore, deberá permanecer en sus domicilios.

El mandatario agregó que los templos religiosos también permanecerán cerrados, y el transporte público sólo podrá operar al 50 por ciento y con “estrictos protocolos de salud”.

Dijo que “se aplicarán sanciones severas” a quienes hagan fiestas en domicilios particulares y plazas públicas, gimnasios, albercas y centros deportivos serán cerrados.

Cabe recordar que en México, los casos confirmados de la enfermedad ascienden a 933 mil 155, mientras que las muertes llegaron a 92 mil 100, de acuerdo con la información dada a conocer por la Secretaría de Salud el domingo.

Con información de Hilo Directo