Agustín Ortiz Pinchetti, fiscal Especial de Delitos Electorales, auguró que contrario a lo ocurrido en el proceso electoral pasado en el cual se violentó la jornada electoral, en esta ocasión descartó dicho escenario y previó una jornada pacífica.

Por ello descartó que se vaya a solicitar la presencia del Ejército Mexicano para vigilar las elecciones, ya que no existen síntomas de que se registre una elección violenta.

“Una elección competida y violenta, difícil y judicializada, no será la de este 2 de junio en Puebla, son muchos los síntomas, tenemos que estar observando durante meses enteros entonces podemos ver un fraude electoral o un intento de desvirtuar las elecciones y hasta ahora no hemos encontrado esos síntomas”.

En conferencia de prensa en las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR), el funcionario federal reconoció el papel del gobierno del Estado, el cual ha sido respetuoso y ajeno al proceso electoral extraordinario, tras la muerte de la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo, y el exgobernador Rafael Moreno Valle, el pasado 24 de diciembre de 2018.

Pese a la falta de síntomas, precisó que desplegarán agentes ministeriales de la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales (Fepade), 100 policías federales y 9 unidades móviles, además reforzarán la vigilancia en los cinco municipios donde se repondrá la elección, pues podrían convertirse en focos rojos.

Van 200 quejas y denuncias

Comentó que en lo que va del proceso extraordinario, hasta el omento han recibido 200 quejas y 57 denuncias, de las cuales solo 21 se han vinculado a proceso, y sólo una persona fue detenida, sin embargo fue liberada, aunque quedó sujeto a proceso.

Sobre la presunta detención de cuatro personas en la colonia Las Hadas, señalados por “espionaje” a colaboradores cercanos al candidato de Morena-PT-PVEM, precisó que no hay recibido denuncia alguna.

Ortiz Pinchetti recordó que en los procesos extraordinarios que se celebrarán en los municipios de Ahuazotepec, Cañada Morelos, Tepeojuma, Santa Clara Ocoyucan y Mazapiltepec reforzarán la vigilancia, pues podrían convertirse en focos rojos.