Armando Lenin Salgado Salgado, fotógrafo y periodista guerrerense, falleció a los 80 años en Cuernavaca, Morelos, con su lente inmortalizó al lider guerrillero Genaro Vázquez, la guerrilla colombiana y El Halconazo de 1971, trabajo por el cual fue torturado y exiliado laboralmente.

Lenin Salgado se destacó como uno de los más importantes reporteros gráficos de las décadas de 1960 y 1970, sus fotografías aparecieron en las portadas de las revistas Time, Life, Sucesos, Nikito Nipongo, ¿Por qué? y el periódico Excélsior.

Su historia la comenzó a escribirse en 1938, en Iguala Guerrero, estado del que salió y con sólo un año y medio de secundaria e inspirado en “La Dolce Vita”, de Federico Fellini, decidió dedicarse a la fotografía.

Taxista de medio tiempo y simpatizante de Fidel Castro, en 1967 viaja a Colombia acompañando a Mario Menendez, para fotografiar a Fabio Vázquez Castaño, líder del Ejército de Liberación Nacional y otros líderes guerrilleros, logrando capturar algunas acciones del movimiento, entre ellas el asalto a un tren militar.

“Al año del asalto al tren, la revista ¿Por qué? tomó vuelo: reportajes del nacimiento de ciudad Neza; la entrada al penal de Santa Martha Acatitla del líder ferrocarrilero Demetrio Vallejo; la zacapela entre estudiantes de las vocacionales 2 y 3, y los de la preparatoria Ochoterena, en la Ciudadela; la represión de los granaderos al mando de Raúl Mendiola Cerecedo durante la marcha por el aniversario del asalto al cuartel Moncada el 26 de julio. Entró de lleno la febril etapa del movimiento del 68, desde la huelga indefinida en todos los planteles de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) y el IPN (Instituto Politécnico Nacional), hasta la represión sangrienta del 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas”.

Con Menendez en la cárcel, acusado de conspiración Lenin Salgado comienza a escribir también reportajes, enfocándose a la denuncia social.

En 1971, fue contactado por la cuñada de Genaro Vázquez Rojas, líder de la guerrilla en la sierra guerrerense.

Durante cinco días, el fotoperiodista fue testigo de cómo se gestaba el movimiento en Guerrero y el compromiso y carisma que tenía Vázquez con los campesinos.

A su regreso, el Halconazo lo esperaba, después de entregar las fotografías y los reportajes de Genaro Vazquez, regresó a las calles a cubrir una manifestación de estudiantes.

Al día siguiente las imágenes hablaron solas, un crimen de Estado cometido por un grupo paramilitar llamado “Halcones”, adiestrados por el Ejército y la Policía, que dispararon con rifles de alto poder contra estudiantes y gente inocente en la Escuela Normal de Maestros de la Ciudad de México, durante el sexenio de Luis Echeverría.

Los militares no sólo usaron armas, también se valieron de kendos y chakos para controlar a una centena de estudiantes, mientras los medios oficiales se limitaron a informar de un “incidente”, una pelea entre estudiantes.

Días después, era levantado por orden de del regente de la ciudad de México, Alfonso Martínez Domínguez quien lo acusó de ser el cerebro de Genaro Vázquez en el Distrito Federal.

Durante 10 días fue torturado en las mazmorras de la Dirección de Investigaciones para la Prevención de la Delincuencia (DIPD), por orden de Miguel Nazar Haro, exdirector de la policía política del gobierno de Luis Echeverría Álvarez.

Al salir el fotoperiodista se quedó solo “Quedé apestado para siempre; ya nadie me dio trabajo. Estaba fichado en los medios de comunicación y nunca más pude meter una foto en ningún medio. A partir de ahí, ya nadie me publicó. Después del halconazo de 1971, todos publicaban mis fotos y no me daban el crédito”.

Muchas de sus experiencias se encuentran relatadas en su libro “Una vida de guerra”.

Su deceso ocurrió la madrugada del sábado, a consecuencia de un cáncer de próstata que le detectaron hace algunos años. Murió acompañado de su esposa Araceli y su hija.

Texto original completo: Lenin Salgado: Fotorreportero bajo fuego aquí