Salvador Rangel Mendoza, obispo de Chilancingo, al terminar la misa dominical informó a los medios que pactó con el crimen organizado para detener los asesinatos de candidatos en la entidad, que a la fecha suma cuatro homicidios.

“Que iban a dejar una elección libre. Que eligiera el pueblo, Que ellos no se iban a meter, pero bajo dos condiciones: que no repartan dinero los candidatos para comprar el voto y, que éste sea utilizado para hacer obras”, señaló Rangel.

Lo anterior, luego de que presuntamente, el pasado viernes el obispo se reuniera con un capo para agradecerle por regresar los servicios de luz y agua a la comunidad de Pueblo Viejo, en Tlacotepec, al cual se lo suspendieron durante mes y medio.

No es la primera vez que Rangel admite haber hablado con líderes del crimen organizado. En febrero, tras el asesinato de los sacerdotes Iván Añorve Jaimes, de 40 años, y Germaín Muñiz García, de 39 años, señaló que hacía dos años había conversado con un grupo para salvar la vida de un sacerdote.

Trascendió que un acuerdo similar buscaría Javier Saldaña Almazán, rector de la Universidad Autónoma de Guerrerp (UAG), institución que en los últimos 4 años ha perdido a 30 estudiantes universitarios a causa del crimen organizado.

Hasta el momento las autoridades de Guerrero no han hecho comentarios sobre el presunto pacto.