Puebla está en el filo de la navaja, la deuda pública rebasa las expectativas y complica la realidad de Puebla y del gobierno que recién inicia su gestión.
La primera cifra que se conoció, por parte de organismos nacionales fue que la deuda poblana ascendía a 24 mil millones de pesos. Falso.
Apenas hace algunas semanas, Jorge Estefan Chidiac sostuvo públicamente que la deuda pública del Estado “podría” llegar a 30 mil millones de pesos. Falso.
Miguel Barbosa Huerta ha dicho: “Los poblanos tenemos un pendiente: ¿a cuánto asciende la deuda y obligaciones de pago que comprometen y tienen asfixiadas a las finanzas públicas? Asciende a 44 mil millones de pesos. Puebla reclama saber la verdad, por eso, he instruido a la Contraloría para llevar a cabo auditorías a los gobiernos anteriores. Vamos a conocer la verdad de todo y si existen irregularidades, se aplicará la ley.”
Jodida realidad.
Por si fuera poco, Barbosa Huerta estaba informado que contaba en caja con 3 mil 500 millones de pesos para cerrar este año e impulsar las primeras acciones de gobierno. Falso.
No le dijeron, que 2 mil 900 millones ya estaban comprometidos para cumplir con compromisos contraídos por el gobierno de transición.
Se ha enterado, una vez que asumió su cargo que son en realidad 600 millones para iniciar los cambios que ha prometido
Cometido complicado.
¿Qué hará?
“Aplicar la ley” no resuelve para el gobierno de Barbosa en el corto plazo, las necesidades de su proyecto.
Su plan de gobierno requiere una cuantiosa inversión.
A esperar.
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