Por Beto Fong

México presentó una iniciativa a Estados Unidos para utilizar tecnología de punta intrusiva y no intrusiva que impida el acceso de armas en los 58 puntos fronterizos.

Los secretarios de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón, y Alfonso Durazo Montaño, de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), mantuvieron una reunión este jueves con el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, y el ministro-consejero de la Embajada, John Creamer.

Los secretarios de México informaron que las armas empleadas por los grupos criminales de este país vienen, en siete de cada 10 casos, de Estados Unidos.

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Inicialmente, el plan se llevaría a cabo en las cinco garitas que son consideradas estratégicas: San Diego-Tijuana, El Paso-Ciudad Juárez, Laredo-Nuevo Laredo, McAllen-Ciudad Reynosa y Brownsville-Matamoros.

Durante la reunión del Grupo de Alto Nivel de Seguridad México-Estados Unidos (Ganseg), el gobierno mexicano “compartió evidencia empírica sobre la fuerte relación entre el tráfico de armas desde Estados Unidos y el aumento en el número de homicidios”. Los representantes nacionales mostraron un mapeo de los puntos fronterizos por donde ingresa el armamento ilícito al país para establecer cuáles son las redes de venta, distribución e introducción.

Con el programa, también se fortalecerán las acciones de seguridad perimetral, a cargo de las Secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Marina-Armada de México (Semar), la Guardia Nacional y las Policías Estatales.

En México, anualmente ingresan de manera ilegal más de 250 mil armas, provenientes de Estados Unidos, de acuerdo con el Centro Nacional de Información del Secretariado Ejecutivo Nacional de Seguridad Pública. David Pérez Esparza, titular del organismo, señala que el armamento sería suficiente para equipar a más de la mitad de policías que hay en México.