Redacción PH

El próximo 15 de febrero, Héctor Alejandro Cabrera, detenido desde el 16 de febrero de 2020 en Estados Unidos, se declarará culpable ante una corte de Miami, Florida, de haber espiado para el gobierno ruso.

El hombre, nacido en Oaxaca en 1985, fue considerado durante años un mexicano sobresaliente, su destacada investigación lo llevó a trabajar en Alemania, Sigapur y Rusia, donde fue abordado por el gobierno de Vladimir Putin para que empezara a trabajar como espía.

El oaxaqueño habría sido captado en 2019 por el gobierno ruso, quien le encomendó localizar el automóvil de un miembro del gobierno de Estados Unidos, particularmente del Buró Federal de Investigaciones (FBI).

En un primer momento el médico se declaró no culpable de “actuar como un agente extranjero de otro gobierno”, no obstante a dos años de su detención decidió declararse culpable.

En la versión oficial se afirma que el científico mexicano habría sido presionado para espiar, a través de su familia.

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Supuestamente, él tenía una esposa y dos hijas en Singapur, a donde Cabrera viajaba constantemente por trabajo.

En 2019 su esposa y sus dos hijas viajaron desde Alemania a Rusia. Cuando intentaron regresar a Alemania funcionarios de aduanas rusos no les permitieron volver.

A cambio de poder sacar a su familia de Rusia, el hombre tuvo que convertirse en informante, sin embargo fracasó y cuando estaba tomando las fotografías del vehículo propiedad del agente del FBI en una zona residencial de Miami. Se puso nervioso, el agente se dio cuenta y avisó a las autoridades.

Una conspiración

De acuerdo con Milenio, dos personas cercanas a Cabrera creen que su detención responde a una conspiración, pues su colega Hazael Toledo cree que fue encarcelado porque tenía nuevos descubrimientos en medicina genómica, una rama de la ciencia que permite detectar y prevenir las enfermedades incluso antes de que aparezcan.

“Mira, mira, si imaginas que con la medicina genómica puedes curar la diabetes y le das en la torre a la industria ¿no?, entonces qué vas a hacer con los diabetólogos, porque con un tratamiento genético pues lo curas o lo previenes, entonces todos los equipos médicos, las clínicas, son una industria grandísima. Le pegas a la industria farmacéutica”, declaró Hazael Toledo al medio, quien no cree que sea un espía, y por el contrario en su última conversación le dijo que había hecho hallazgos en medicina genómica eran algo de dimensión mundial que no podía compartir por teléfono.

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Mientras, uno otro de sus amigos, José Manuel Castillejos, quien está autorizado para comunicarse con él a través de correo electrónico, considera que también está siendo perseguido, aunque por el COVID y la vacuna.

“Yo también siento que hay una persecución, aquí platicando con compañeros, por ahí sacó (Héctor Cabrera) algo antes de que saliera esto del Covid, él ya sabía que iba a haber un boom de Covid y publicó algo en su Facebook, y yo pienso que es algo por ahí, que a lo mejor es algo relacionado”.

Es por ello que él considera que su amigo, en vez de estar encarcelado, tal vez lo tengan trabajando en la vacuna de covid.