Redacción PH

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, pidió al gobierno de Puebla reestructurar y renegociar la deuda por más de 8 mil millones de pesos que se tiene del Museo Internacional Barroco (MIB), de lo contrario “que se les cancele el contrato”.

“Si no aceptan, pues que se les cancele el contrato”, advirtió en su tradicional conferencia matutina de prensa, luego de que un reportero recordara que Puebla tiene un adeudo de 8 mil millones de pesos con la empresa Penínsular, deuda por la que mensualmente desembolsan entre 30 y 35 millones.

Esta obra, construida bajo el esquema de Asociación Público-Privada (APP), significa un adeudo para el estado que mantendrá hasta 2039.

Por ello el mandatario pidió que se revisen los contratos y se reestructure la deuda adquirida en el gobierno de Rafael Moreno Valle.

De acuerdo con López Obrador es posible renegociar la deuda si se les hace saber a las empresas que “cuando ellos recibieron estos contratos había una política distinta, que buscaba que les fuera bien a las minorías y mal al pueblo, pero ahora ya cambió”.

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El Ejecutivo recordó que en el pasado los empresarios encontraron “las arcas abiertas y les dieron facilidades” y aunque las operaciones se realizaron no fueron “morales ni legítimas, y ahora como ya cambió no se pueden tener contratos así porque es un robo a la vista de todos”.

Incluso mencionó que en ese contrato leonino, el MIB recibió a fondo perdido 500 millones de pesos del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), por lo que ahora el gobierno debería renegociar la deuda.

“Que se tiene que hacer, no se rompe el contrato, pero si hay una reestructuración, una negociación o una rebaja, porque es un acuerdo distinto, eso es lo que tiene que hacer el gobierno del estado de Puebla”.

En caso de que no acepte, lo que sigue es cancelar el contrato, y auguró que la empresa aceptaría cambiar las condiciones ante la “pena” de que los exhiban.

“Si no se puede o que no acepten, pues entonces debe haber una cláusula para cancelar el contrato, por lo general todos los empresarios han aceptado porque ellos mismo les da pena que los exhibamos”.

Recordó que el caso de MIB no es el único, también la construcción del segundo piso de la autopista México-Puebla, un tramo que va la planta armadora de la Volkswagen hasta el estadio de futbol Cuauhtémoc y que costò 10 mil millones de pesos.

En ese caso la inversión fue por partes iguales del estado y la federación, es decir 5 mil millones cada uno, es decir le ahorraron 5 mi millones a la empresa que lo construyó, no obstante la empresa también recibió una concesión para cobrar por pasar en el segundo piso de 30 años.