15 febrero, 2022
Redacción PH
Redacción PH
Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, confirmó que el desalojo de activistas y defensores del agua de las instalaciones de una planta de Bonafont en Juan C. Bonilla respondió a una diligencia judicial ordenada por un juez de control que ordenó la restitución del inmueble a favor de la empresa.
Informó en su conferencia de prensa, descartando así que el desalojo fuera ordenado o apoyado por su administración, incluso adelantó que la empresa tiene intención de reanudar sus operaciones en la planta.
En tanto, recomendó a los manifestantes seguir defendiendo el agua, mientras ellos como autoridad seguirán haciendo respetar la ley, sin afectar los bienes de terceros y los derechos de la empresa sobre su propiedad.
“Lo que sigue es que la empresa reestablezca sus operaciones de manera normal, que cualquier reclamo de personas y organizaciones se lleven a cabo con el diálogo correspondiente”
En tanto, a partir de ahora los reclamos del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala, deberán conducirse a través del diálogo en el cual intervendrá el gobierno federal, la empresa y el gobierno estatal.
“Tiene la empresa que dialogar, tienen autoridades federales que dialogar, tenemos nosotros como gobierno del estado que intervenir en ese diálogo, es así, tiene que prevalecer el cumplimiento de la ley con respeto absoluto a los derechos humanos y con respeto a los bienes”.
Debe recordarse que el bloqueo de la planta inició el lunes 22 de marzo de 2021, cuando un grupo de habitantes y activistas bloquearon los accesos de la empresa, evitando así la entrada de los trabajadores.
Los habitantes acusaron que la empresa estaba extrayendo diariamente hasta un millón 614 mil litros al día cuando solo tenía autorizada la extracción de 14 mil 454 litros diario de agua de los pozos del municipio.
A ello se le sumó que varios de los habitantes comenzaron a reportar que varios pozos se habían secado, lo que les hizo suponer que la empresa también estaba operando pozos clandestinos, lo que estaba secando los mantos acuíferos en la zona.
Fue así como mantuvieron las instalaciones bajo su control, hasta la madrugada de este martes 15 de febrero cuando fueron desalojadas por policías estatales y la Guardia Nacional.
Incluso, poco antes de las 9 de la mañana, los murales y pintas que estuvieron presentes durante meses fueron cubiertos con pintura blanca, incluido el ‘Altepelmecalli, la casa de los pueblos’ que estaba en la fachada, mientras media centena de policías estatales apoyaron en su custodia hasta poco antes del medio día cuando llegaron trabajadores para colocar tubos y malla ciclónica en la entrega de la empresa, como una forma de protegerla de otro intento de toma o pintas.