Redacción

Desde el jueves 3 de septiembre, integrantes de colectivas feministas tomaron oficinas de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y, pese al supuesto diálogo entablado y la atención de un pliego petitorio, advierten que no entregarán las instalaciones.

Según indica La Jornada, a la toma de instalaciones de la CNDH se han integrado más personas y, para confirmar que no hay intención de devolverlas, ya se retiró el letrero oficial de la Comisión para en su lugar poner una manta con la leyenda “Ocupa, Casa de Refugio ‘Ni Una Menos México’”.

La toma inició tras una audiencia en la que su presidenta, Rosario Piedra Ibarra, no dio soluciones a las víctimas de violaciones a derechos humanos. “Tres víctimas del grupo decidieron quedarse en las instalaciones hasta en tanto no se cumplían sus demandas”, señala la Comisión. Una de esas víctimas es Marcela Alemán, madre de una menor que fue abusada sexualmente en 2017 y hasta la fecha sus agresores no han sido detenidos.

La protesta de la señora Alemán, quien decidió amarrarse a una de las sillas de las oficinas de la CNDH, fue secundada por otras dos personas asistentes a la audiencia con Piedra Ibarra, para luego aparecer los colectivos feministas y ocupar completamente las instalaciones de la Comisión ubicadas en Cuba 60, en el Centro Histórico la CDMX.

Según la CNDH, las feministas pertenecen a los colectivos “Frente Nacional Ni Una Menos” y “Aequuus, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos”. Sin embargo, se han integrado más. Uno de ellos identificado como “Bloque Negro”.

Algunas de las demandas de las manifestantes son: “servicios médicos y acceso a medicamentos, entrega de despensas, programa de empleo, subsidio para la Alerta de Violencia de Género a siete estados de la República, retiro de la campaña ‘Cuenta hasta Diez’ y poner fin al discurso de descalificación del movimiento feminista”.

Respecto a los destrozos que se han realizado a las instalaciones, la CNDH desestima algún tipo de acción en contra de quienes mantienen tomadas las oficinas.

“Reivindicamos el derecho a la protesta como medio legitimo de obtención de conquistas sociales, y como tal, también creemos en el diálogo como vía razonada para la lograr soluciones”, señala la CNDH.