Este tipo de comercio ilegal se da gracias a que el sistema de concesiones tiene fallas y los gobiernos no aplican correctamente la ley.
Desde 1992, año en que se creó un reglamento para entregar concesiones de agua, se denunció que dicho sistema tenía fallas; pese a esto, no hay quien tome cartas en el asunto.
Entre los casos de irregularidades está que las mineras dejan secas a comunidades y que los empresarios emplean volúmenes de agua que serían suficientes para atender las necesidades de una entidad entera.
Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad detalló durante su investigación que algunos políticos riegan sus ranchos sin problemas gracias a esas ineficiencias; en tanto, sus vecinos padecen la sequía y los campesinos son obligados a vender sus concesiones de agua a grandes compañías agrícolas.
El organismo informó que desde 2003 se ya se había denunciado denunció que había individuos que tenían una concesión de agua de uso agrícola y que la utilizaban para otros fines: