Claudia Morales.

Recuerdo mi glorioso paso por la H. Escuela Nacional Preparatoria núm.6 incorporada la UNAM, en 5to tenía una materia llamada “Ética”, donde también se veían algunas cuestiones de moral. En aquel tiempo jamás le di la importancia que tenía, es más ni lo entendía, lo único que me interesaba era acreditar la materia de ese profesor, seguro egresado de la Facultad de Filosofía y Letras.

En contexto filosófico, la ética y la moral tienen diferentes significados. La ética está relacionada con el estudio fundamentado de los valores morales que guían el comportamiento humano en la sociedad, mientras que la moral son las costumbres, normas, tabúes y convenios establecidos por cada sociedad.

La relación entre ética y moral estriba en que ambas son responsables de la construcción de la base que guiará la conducta del hombre, determinando su carácter, su altruismo y sus virtudes, y de enseñar la mejor manera de actuar y comportarse en sociedad. Aunque ambas palabras suelen relacionarse, remiten a conceptos diferentes.

La palabra ética viene del griego ethos que significa ‘forma de ser’ ocarácter’. La ética estudia los principios que deben regir la conducta humana al tratar de explicar las reglas morales de manera racional, fundamentada, científica y teórica. Se puede decir que la ética es, en este sentido, una teorización de la moral, que incluso ayuda a definir criterios propios sobre lo que ocurre a nuestro alrededor. Aunque normalmente la ética respalda o justifica las prácticas morales, otras veces parece entrar en contradicción con estas.

La palabra moral deriva de la palabra latina morālis, que significa ‘relativo a las costumbres’. La moral, por lo tanto, se centra en la práctica, en las expresiones concretas del comportamiento que derivan del sistema de valores y principios. En otras palabras, la moral es el conjunto de reglas que se aplican en la vida cotidiana y todos los ciudadanos las utilizan continuamente. Estas normas guían a cada individuo, orientando sus acciones y sus juicios sobre lo que es correcto o incorrecto, es decir, bueno o malo dentro de una escala de valores compartida por el grupo social.

Hoy estoy plenamente convencida que debe existir una reflexión sobre la cual se debe regir la conducta humana, construir valores absolutos y universales e imperecederos, pues son necesarios para una convivencia social armoniosa, sin éstos valores como referencia frente a nuestra forma de actuar individual y hacia los demás, las relaciones humanas se debilitan al no albergar criterios comunes para la vida en sociedad. Vgr, el respeto no está subordinado a ningún contexto cultural, sino que se debe practicar ante todo tipo de persona sin discriminación de origen, raza, sexo, orientación o religión.

Al existir una serie de principios y valores (moral) que nos fueron dados por nuestros padres y familia, o ya sea por lo que vemos y escuchamos de otros y por nuestras propias experiencias, podemos movernos en una comunidad que nos hará ser mejores individuos y si cada uno los siguiera, seguro tendríamos una mejor sociedad. No estoy hablando de cuestiones religiosas, de lo bueno o malo, si no todo se limita, a lo que dice un amigo muy querido, José Luis, que por cierto está por cumplir  80 años, “Pórtate bien” y haz lo que te conviene.

Los 10 valores más importantes para mí: respeto, amor, libertad, justicia, tolerancia, equidad, paz, honestidad, responsabilidad y lealtad, reitero, si todos practicáramos estos valores en cualquier campo de nuestra vida, viviríamos con más serenidad de espíritu, dejando huellas en la gente y  otra clase de sociedad seriamos.

Espero sus comentarios a mi correo electrónico claudiamor_26@yahoo.com.mx y en Twitter @claudiamor20