Sábado, diciembre 28, 2024

28 abril, 2020

Redacción PH

La crisis del año de la peste, primera parte

• Cambio en la correlación de fuerzas
Octavio Augusto Navarrete Gorjón

Para mi maestro de Historia Económica
Luis Enrique Sánchez Fernández.
Con afecto y gratitud.

“Nuestro conocimiento es frágil. La incapacidad de predecir las rarezas implica la incapacidad de predecir el curso de la historia. Sobreestimamos lo que sabemos e infravaloramos la incertidumbre. Los sucesos históricos y socioeconómicos o las innovaciones tecnológicas son fundamentalmente impredecibles.” (Economista Nassim Taleb, ‘El Cisne Negro’.

I

La crisis que asola a la humanidad no es igual a ninguna otra en cien años. Representa la debacle final del modelo económico impuesto después de la primera gran guerra y ratificado en julio de 1944 al terminar la segunda conflagración mundial mediante los acuerdos de Bretton Woods. Por eso sus calamidades no pueden ser analizadas con los instrumentos ortodoxos de las cuentas nacionales o la macroeconomía. No es el problema de un país ni de un continente, es el final de un largo proceso iniciado hace medio siglo en la Oficina Oval del presidente de los Estados Unidos. A reserva de reunir algunos datos que por el momento no tenemos, me atrevo a proponer la hipótesis de que estamos ante la terminación de uno de los ciclos más prolongados del sistema capitalista; eso que en la academia recibió hace un tercio de siglo el apelativo de ‘los ciclos largos de Kondratieff’.
Que sea inédito no quiere decir que imposible de analizar, sólo hay que destacar las limitaciones del conocimiento convencional para un tema que no tiene precedentes. Por eso en mucho tiempo nadie volvió a hablar del teórico (¿Polaco? ¿Ruso? No recuerdo) que enfatizó las diferencias entre una crisis de corto plazo y la respiración profunda del sistema capitalista que en su honor lleva su nombre. Es natural, si cuando la teoría de este teórico trotskista se puso de moda en la academia alguien se hubiese especializado en eso, se hubiera muerto de hambre. Siempre es mejor el análisis de corto y mediano plazo, donde el que apuesta hipótesis de trabajo y audaces teorías tiene vida para reivindicarse o para reconocer que estaba equivocado y recoger los restos de sus naufragios teóricos. Lo dijo Keynes a propósito del objetivo del pleno empleo: ‘en el largo plazo, todos estamos muertos’.
Este es el ensayo que prometí a propósito de la crisis mundial. Lo dividí en dos partes por metodología, no porque considere que es demasiado largo. Los pocos lectores que tengo hacen comentarios o me llaman por teléfono para aclarar, discrepar o contribuir a mis publicaciones; eso me da la impresión de que leen mis materiales completos, aunque siempre algunos me cuestionan, tal vez con razón, de que en este medio no es pertinente publicar trabajos largos. La primera parte trata del entorno mundial y la segunda, que espero publicar mañana, trata de cómo México se puede mover en esta inédita tormenta.

II

Lo dijimos en el año 2006 en otro ensayo: el siglo XXI será de China. La idea no era nuestra, sólo consignaba un reto que se propuso esa nación como objetivo; su gobierno y su pueblo le dijeron al mundo que sólo esperaban que se celebraran los juegos olímpicos de Beijín en el año 2008 para lanzarse a una conquista pacífica del mundo.
Sus palancas fueron la educación, la disciplina y una idea muy acendrada del honor. Aquel año el mundo se estremeció con el ‘efecto dragón’, que fue el inicio de la crisis que se detonó a partir de los créditos hipotecarios en Estados Unidos. Su economía creció ese año ‘sólo’ 10 por ciento, después de una década de hacerlo al 12 por ciento en casi quince años consecutivos.
Fue entonces cuando el mundo comenzó a darse cuenta del fuerte dinamismo de la economía china y a preguntarse cómo es que había podido despegarse de la atonía que dominó al mundo en esa primera década del siglo. No se tardó la respuesta, Joseph Stiglitz, que acababa de dejar de ser el economista del FMI y de recibir el premio Nobel de Economía 2001lo expresó con frases que hicieron historia: ‘China superó su atraso ancestral y se colocó como una potencia en ciernes porque NO SIGUIÓ las recomendaciones que le hicimos desde el FMI, el éxito se debió a la heterodoxia de su política económica, que a contrapelo de nuestras recomendaciones primero realizó un crecimiento hacia adentro y no se volcó a las exportaciones hasta que tuvo un mercado interno consolidado; el Estado, en lugar de achicarse contribuyó con las grandes obras de infraestructura, entre ellas la presa de las dos gargantas y tuvo una política social que abarató la mano de obra debido a la protección del Estado a los trabajadores. Hizo todo al revés de cómo le recomendamos, primero tuvo un auge maquilador y ahora es una potencia en tecnología digital, industria pesada y en la fabricación de todo tipo de manufacturas’.

III

El formidable aumento de la productividad del trabajo en las manufacturas chinas impresionó a todo el mundo. Ese dinamismo destruyó empresas y se apoderó de otras en todo el planeta. Para poner un ejemplo, en México terminó con la industria de aceros laminados, componente esencial de la industria automotriz y de línea blanca y electrónica. Hierro y Lamina S.A (HILSA) y otras laminadoras que había en Lázaro Cárdenas y Torreón dejaron de producir y la industria metal metálica mexicana desapareció para convertirse en exportadores de hierro en roca o en carbón. Nos convertimos de exportadores de fierros laminados a exportadores de materia prima, que ahora recibían el nombre de comodities, término inventado por el neoliberalismo para que no se pensara que estábamos exportando materia prima; es decir, que habíamos regresado a nuestra condición de república bananera. El abandono de estas ramas estratégicas y de los energéticos y el campo mexicano es un mérito indiscutible del modelo neoliberal que dominó la política económica en el último tercio de siglo.
Desde aquel ya lejano año del efecto dragón, la pléyade de extraordinarios economistas chinos recomendó al gobierno cambiar su reserva en dólares a oro. Cinco años después, tenían exactamente la mitad de sus reservas en dólares y otra mitad en oro. Ese proceso se detuvo un tiempo porque se dieron cuenta que cada vez que colocaban dólares en el mercado, el mundo se agitaba y hasta ellos salían perdiendo un poco. No tengo los datos precisos, pero sospecho que los chinos han terminado su reconversión financiera y ya tienen todas sus reservas en oro.

IV

En años recientes, los chinos convencieron a casi todos sus socios comerciales de abandonar las transacciones en dólares y adoptar al yuan como divisa de referencia. Así negocia con Rusia, con la India, con Singapur, con Brasil y con Venezuela. A la vez, sus teóricos convencieron a Venezuela de adelantarse a las maniobras norteamericanas y crear su propia moneda de referencia; así nació el Petro, moneda que tiene como soporte todo el oro de Venezuela y varios millones de barriles de petróleo ya extraídos del subsuelo (ese país tiene las más grandes reservas de oro del mundo, también las de coltán, el oro azul y las más grandes reservas de petróleo, veinte veces mayores a las de Arabia Saudita).
Al tiempo que hacía todo esta maniobra, los chinos le ganaron a Estados Unidos la carrera por la productividad y compensaron el déficit del país del norte con préstamos que equilibraran su balanza de pagos. ¿El resultado? Estados Unidos se convirtió en el país más endeudado del planeta y los chinos son sus principales acreedores; cuando empujo estas teclas, Estados Unidos debe la pequeña cantidad de 140 BILLONES DE DÓLARES a China (¿Quién es el país más poderoso del mundo?). La más reciente maniobra del presidente Xi Ping fue aprovechar el brote de coronavirus en China para comprar a precio de chatarra compañías chinas que estaban en poder de europeos y norteamericanos. Aparte de estar siempre sonriente, Xi Ping es un notable ajedrecista.

V

Nuestra generación no sólo tuvo la fortuna de atestiguar el fin del sistema de partido de Estado en México; hoy nos toca estar en el cambio más profundo en un siglo de historia: el relevo en la hegemonía política económica de Estados Unidos por el gigante asiático. Esa es la gran marea de fondo que está en la crisis petrolera y las que se acumulen en este formidable cambio epocal.
El viejo acuerdo producto de la conferencia de Bretton Woods, en julio de 1944, que dio como resultado el patrón dólar está herido de muerte. La historia terminó dándole la razón a John Maynard Keynes, quien propuso una canasta de monedas de varios países para usarse en las transacciones internacionales, pero fue avasallado por la delegación estadounidense, que tenía a su favor un ejército ocupando a Europa. En aquel pacto se asumió al dólar como reserva de valor y medio de cambio internacional y se le asignó un valor fijo: 35 dólares equivalían a una onza de oro.
El consenso que se derrumba era ‘provisional’, sólo duró medio siglo. El 15 de agosto de 1971, el presidente Richard Nixon se dirigió en cadena nacional al pueblo norteamericano; desde la Oficina Oval y con los ojos rasados de lágrimas dijo:

“En las últimas semanas, los especuladores han estado librando una guerra total contra el dólar americano. La fuerza de la moneda de una nación se basa en la fortaleza de la economía y la de Estados Unidos es la más fuerte en el mundo. En consecuencia, he ordenado al Secretario del Tesoro que adopte las medidas necesarias para defender el dólar frente a los especuladores. He ordenado al secretario Connally que suspenda TEMPORALMENTE la convertibilidad del dólar en oro u otros activos de reserva, excepto en las cantidades y condiciones que se determine en aras de la estabilidad monetaria y en el mejor interés de los Estados Unidos”.

De esa manera el viejo acuerdo de Bretton Woods recibía una herida de muerte; sin embargo pudo subsistir porque el notable jefe del Departamento de Estado, Henry Kissinger logró en esos días que Arabia Saudita aceptara realizar sus transacciones petroleras solamente en dólares; es decir, el petróleo substituía al oro como reserva de valor y medio de cambio internacional. En 1993 Irak decidió comerciar sus materias primas en otras monedas; el lector sabe lo que pasó con Sadam Husseim. Muamar Khadafy quiso hacer lo mismo en Libia y le ocurrió algo parecido.

VI

La caída del precio del petróleo implica, sin duda alguna, el desplome del dólar en todo el mundo. El dólar es ahora un papel sin sustento y la economía de Estados Unidos es la que padecerá las peores consecuencias de esta crisis.
Ocurre hoy, pero se veía venir desde hace algunos años. La primera señal fue la creación del BRICS, grupo de países que comenzaron a crecer más del promedio mundial y que ensayaron nuevos modelos de intercambio comercial. Brasil, Rusia, India, China y Singapur, decidieron salir pausadamente de los acuerdos vigentes desde el fin de la segunda guerra mundial.
Aunque fue muy poco el intercambio que pudieron realizar mediante sus propias monedas, lo importante es que se propusieron salir de los lugares comunes. Esta audacia de los gobiernos que encabezaron el esfuerzo es bastante pragmática, hay en el grupo desde librecambistas (Singapur), hasta economías socialmente planificadas como Rusia y China. India y Brasil estaban en una posición intermedia entre el libre mercado y la estatización; hay que aclarar que era el país del gobierno de Lula en los tiempos en que esa nación se convirtió en exportadora neta de manufacturas y tecnología (último lustro del siglo XX, primero del XXI).

VII

Aquello era el preludio, todo el año pasado se fue configurando una nueva realidad económica mundial que la crisis por el Covid 19 sólo detonó. China es la nación más dinámica en este tema; logró imponer el yuan en sus transacciones con la India, Rusia, una parte de Europa y Venezuela; en menor medida, también avanzó en ese tema con Brasil.
El gobierno chino sabía que cualquier acuerdo en ese aspecto era provisional (tan provisional como la flotación del dólar anunciada por Nixon, que duró medio siglo). Desde hace un año se decidió tener una nueva moneda, referenciada con su impresionante avance en la productividad del trabajo, con sus reservas de oro y con la posesión indisputada de la tecnología que se conoce como G5. También convenció a otras naciones de establecer monedas duras, con fuerte apoyo en sus respectivas producciones. De esa manera nació el Petro, moneda venezolana que ha comenzado a utilizarse en las transacciones internacionales de ese país y que tiene como sustento la reserva de oro y millones de barriles de petróleo ya extraídos.
Hace seis meses, dieron un paso más adelante, le encargaron a Son Homgbing, uno de sus más brillantes economistas, el diseño y fabricación de una moneda invulnerable a la especulación y avalada por el Banco Popular de China; surgió así una divisa digital que adelantó su periodo de prueba, programado originalmente para mayo y comenzó a utilizarse el 10 de enero de este año. Los chinos, como siempre, adecúan sus tiempos políticos a los tiempos naturales y aprovechan el trabajo de crisis que estimula la pandemia. La nueva moneda fue tan bien recibida que ya pueden hacerse pagos mediante aplicaciones con el celular, utilizando una firma …. ¡De reconocimiento facial!. La tecnología G5 muestra su esplendor; sólo China la tiene.

VIII

A paso pausado, los chinos han terminado imponiendo un nuevo modelo de desarrollo. Más que en nuevas teorías o novedosos avances científicos, han basado su avance estimulando sus hondas tradiciones de disciplina, educación y una idea muy acendrada del honor personal. Como lo dijo Stiglitz, diseñaron sus propios ritmos y sólo adecuaron a sus condiciones las recetas que les venían de fuera.
No es historia nueva, desde tiempo inmemorial los chinos avanzan en colectivo, piensan en el largo plazo y se imponen metas que a cualquiera les pueden parecer temerarias pero que ellos asumen con una admirable vocación de destino. El almirante Cheng era un eunuco que vivía en la ciudad prohibida de la dinastía Ming, conquistó su libertad y se convirtió en el capitán del barco más grande del mundo. Cheng le dio la vuelta a África cien años antes de que Colón descubriera América, comerciaba toda clase de mercaderías y llevaba a China todas las cosas que le encargaban y las novedades de un mundo para ellos desconocido. Nunca quisieron dominar al mundo por la vía militar, sino por la vía del conocimiento, la disciplina y la honradez. (Aclaremos lo del ‘barco más grande del mundo’ y aprovechemos para incluir un paréntesis después del punto y seguido, procedimiento nuestro que algún día registrará la Real Academia de la Lengua Española. Seguramente el lector pensó en El Titanic, que con ese nombre se hundió; media lo de dos canchas de futbol. El barco insignia del almirante Cheng tenía huertos de limón, naranja, hortalizas y ….¡Cocos!. Era una ciudad flotante que llegó a comandar otros 300 barcos con un ejército de 60 mil hombres). Hay que prepararse también para una nueva visión del mundo y un cambio de paradigmas en muchos sentidos. En el mundo occidental nos han informado que la imprenta la inventó Gutemberg en el siglo XV, hoy sabemos que los chinos tenían libros tres siglos antes de la era cristiana.
Los chinos son los ganadores, hay que ver cómo nos irá a nosotros. Es bueno saber estos precedentes para tratar de capotear mejor la tormenta, que podría durar un tiempo que nadie puede predecir con exactitud. Por lo pronto hay que reconocer su esfuerzo y tesón, la idea de un Estado que se volcó a favor de la educación, las nuevas tecnologías y la promoción del desarrollo. Es tan decidido el soporte chino a la educación que hace diez años, cuando ya no hubo aulas suficientes para sus estudiantes, exportó estudiantes y profesores a todas partes del mundo. Por eso están diez mil chinos en Cuba estudiando y, en Jalisco, en los tiempos del gobernador panista Alberto Cárdenas Jiménez, una cantidad casi igual de chinos llegaron a estudiar en el marco del convenio Asia-Jalisco que firmó aquel gobernador. Solamente en China los estudiantes que necesitan mejorar su rendimiento tienen cámaras hiperbáricas a su servicio para oxigenarles el cerebro, sólo en china a los estudiantes más sobresalientes se les extrae medio litro de sangre y se guarda en bancos de plasma para ser regresados a sus dueños unas horas antes de los exámenes.
Y el trabajo disciplinado y de largo plazo. Sólo China pudo hacer una obra cuya construcción duró trescientos años y es la única edificación humana que puede verse sin necesidad de telescopio desde las estaciones orbitales: la Gran Muralla China.

CORREO CHUAN
Hay un frenesí por la historia y la lectura. Tal vez por la pandemia, en los cursos virtuales que se están dando en el municipio los estudiantes y sus maestros están preguntando la historia de sus instituciones, de sus plantas de maestros, sus directores y sus egresados. En los últimos días he estado dando información de esos temas a varios maestros y alumnos de las escuelas del municipio. Es algo que hago con mucho gusto y que además forma parte de mis obligaciones como cronista.
Sin embargo es preciso destacar lo siguiente: la Monografía que escribí y publicó el ayuntamiento fue entregada a todas las bibliotecas de las escuelas del municipio. Lo recuerdo muy bien porque el autor no manejó la distribución de dicha obra. Al principio me molesté un poco por ello, después pude darme cuenta que en lo personal nunca hubiera realizado una distribución tan exhaustiva como la que se hizo. Cada tarde tenía que firmar una caja de libros que me entregaba la secretaria general de aquellos tiempos, licenciada Glenda Díaz Flores; en dicha caja iba una lista con las escuelas (incluyendo jardines de niños) a cuyas bibliotecas iban dedicadas las monografías. Junto con esa lista iba otra con el nombre de l@s director@s de las instituciones, que recibían un ejemplar para ellos.
A ningún escritor ofende el agotamiento de sus obras; al contrario, es signo que fueron bien acogidas por el público. En especial la Monografía de Coyuca de Benítez provocó que muchas personas de todas las edades se interesaran por la lectura. Hasta la vez la buscan, hay familias donde se han contabilizado más de 30 lectores de un solo libro, que pasan de mano en mano. Hace un mes un ex trabajador del ayuntamiento me solicitó un ejemplar (que no pude darle, porque no lo tengo). “Yo conseguí uno – me dijo – pero mi niña, que tiene doce años y va a la secundaria, me lo pidió; es el primer libro que lee completo y no me lo quiere regresar”. Estas son las más bellas palabras que pueda escuchar un redactor.
Las tres obras que he publicado en Guerrero están agotadas. Espero que pronto salga la segunda edición de La noche de los lagartos, que tiene ya una versión para teatro del dos veces premio nacional de dramaturgia y premio Casa de las Américas, en Cuba, Felipe Galván Rodríguez. Tal vez me anime a realizar otra edición de la Monografía (que lleva una primera edición y una reimpresión) y agregar el capítulo de datos censales que no pudo incluirse en las otras ediciones por cuestiones de presupuesto y porque hacían muy pesada la lectura. Son 90 páginas adicionales a las 332 que tiene.
Hoy es el día mundial del escritor y he recibido varias llamadas y mensajes de aliento a mi trabajo. Es el momento de anunciar que el municipio de Coyuca de Benítez tiene muy buenos escritores cuya obra no ha tenido la suerte de darse a conocer. He revisado los manuscritos de 18 obras, todas de interés, y he seleccionado siete que propuse en el Programa Operativo Anual de la Crónica Municipal. Mencionaré sólo tres que son de extraordinaria calidad: Monografía de la Colonia Obrera Campesina, de Emmanuel Dorantes Balanzar, joven escritor coyuquense; la novela costumbrista Estirpe, de Miguel Ángel Cuevas Guinto, Premio de literatura María Luisa Ocampo en el género de cuento por su narración Chica Guevo y Garúa de Octubre, una excelente colección de cuentos de Brianda Cortés Peña. No obvio decir que los tres mencionados son miembros del Consejo de la Crónica Municipal, igual que los autores de los otros cuatro trabajos, a los que no menciono sólo por falta de espacio, no porque su obra carezca de calidad. Repito, es sólo una parte de los materiales que he revisado; admito que mi juicio podría ser muy subjetivo.
En los tiempos de crisis la cultura es el primer rubro que sufre astringencia financiera. El cronista entiende perfectamente que la ciudadanía tiene necesidades VITALES mucho más importantes que leer libros sobre su entorno. No es el caso de Coyuca de Benítez, CASI TODOS los municipios guerrerenses están materialmente impedidos para atender la demanda cultural en el tema de publicaciones. Aprovecho la ocasión para anunciar que estoy tocando puertas y es casi un hecho que la otra vertiente de trabajo que propuse ESCUELA DE CRONISTAS Y ESCRITORES, tendrá financiamiento externo. Sólo espero que, haciendo un gran esfuerzo, podamos publicar la Monografía de Emmanuel Dorantes Balanzar (que desde agosto del año pasado está en una imprenta de la ciudad de México) para, con ella de presentación, este cronista continúe tocando puertas de instituciones públicas y privadas que estoy seguro pueden abrirse con el fin de promover a una generación vigorosa de cronistas y escritores coyuquenses.
La publicación de una obra estimula al autor en su trabajo; mientras esperaba la publicación de su monografía, Emmanuel Dorantes pudo terminar su primera novela, de muy buena manufactura. Casi no sabe de teoría literaria (es ingeniero en sistemas), pero tenía problemas en la línea de tiempo, y algún enredo en los argumentos. Introdujo un nuevo personaje a su narración y ESE PROTAGONISTA LE RESOLVIÓ TODOS LOS PROBLEMAS. Dije arriba que casi no tenía teoría literaria, es de destacar porque el procedimiento que utilizó lo han usado sólo los grandes. Un autor alemán dijo: ‘cuando tengo un problema invento un personaje’. Ya está lista para la imprenta ‘Crónica de un viaje para no olvidar’, de nuestro joven cronista, que mañana subirá a su página una investigación sobre el tianguis municipal que hoy, por primera vez en 45 años, suspendió sus actividades.
No está por demás decir que en la lista de probables publicaciones no incluí ninguna edición de mis obras publicadas o un libro nuevo – que ya prácticamente tengo terminado: MATERIAL DE LA NOCHE (Cómo escribí mi novela histórica) -. El motivo es simple, el de la pluma tiene ya un nicho de mercado que garantiza cualquier edición, hay que impulsar a los que no tienen todavía obra publicada a pesar de tener trabajos de inmejorable calidad. Aparte, incluir alguna obra del cronista significaría un grave conflicto de interés, señalamiento que no estoy dispuesto a asumir.
Este ensayo se lo debía desde hace mucho tiempo a mi maestro Luis Enrique Sánchez Fernández; trata un poco de las materias que nos impartió en la escuela de Economía de la BUAP. Es por eso que le quedo a deber otro artículo a mi compañero de preparatoria y eminente médico de Pie de la Cuesta, Jesús León Tabares. Terminaba este ensayo cuando me avisaron que falleció después de una bizarra lucha que lo postró por algunos años pero que no disminuyó un ápice su interés por la vida y por los cambios. Apenas antier comentó en mi muro otro ensayo mío con palabras que mucho agradezco. Le envío a su familia un abrazo solidario y mis ruegos para que el Altísimo ilumine su camino a la eternidad.
El correo chuan dice que la crisis apenas comienza y que China encabeza un formidable cambio de época. Dice también que Coyuca de Benítez tiene escritores que pueden hacer más llevadero este tiempo de calamidad y escasez. La segunda parte de este ensayo espero que se publique mañana por la tarde. Zapata 21 es una dirección de bellos recuerdos.

E-mail: [email protected]

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