México volvió a caer en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) elaborado por Transparencia Internacional (TI), al pasar del lugar 135, pasó al 138 durante 2018, lo cual lo coloca en último lugar entre los integrantes el G20, junto con Rusia.

A nivel América Latina, México está solo por encima de países en constantes guerrillas, solo delante de Venezuela, Haití, Nicaragua y Guatemala, con problemas de gobernabilidad democrática y a nivel mundial solo por encima de países africanos y de medio oriente que están inmersos en constantes guerrillas.

El resultado también afecta al naciente gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien hizo del combate a la corrupción una de sus metas al llegar al poder.

El ranking

El estudio lo integran 180 países a nivel global y tiene una puntuación que va del 0 al 100, en donde 0 es muchísima corrupción y 100 es libre de corrupción; México se encuentra en el lugar 138 de 180 países y tiene una calificación de 28 puntos.

Hablando solo de América Latina, México apenas está por arriba de Guatemala, Nicaragua y Venezuela, aunque muy por debajo de Chile que está en el lugar 27, pero más cerca de Argentina que está en el lugar 85.

Por otro lado, en la tabla de los países miembros del grupo G20, México comparte el último lugar con Rusia.

En tanto la percepción de corrupción en México es igual a la de Guinea, Irán, Líbano, Papúa Nueva Guinea y Rusia.

¿Por qué descendimos en la lista?

De acuerdo con el análisis de Transparencia Mexicana, en nuestro país hay muy pocas acciones encaminadas al combate de la corrupción que terminan en un castigo, en la recuperación de los archivos robados o en la reparación del daño de las víctimas.

Además, las medidas que han sido planeadas y adoptadas son de carácter preventivo, sin embargo la mayoría resulta ineficientes.
En un comunicado, Transparencia Mexicana advirtió, tras analizar los resultados de 2018, que prácticamente en ningún caso de nuestro país se ha logrado desmantelar las redes de corrupción detectadas y mucho menos las que brindan protección política.

“Chile y México tuvieron una caída de cinco y seis puntos desde 2012, respectivamente. En los últimos años, ambos países han experimentado grandes escándalos de corrupción, en los que están involucrados líderes políticos, incluyendo gobernadores mexicanos, y altos sectores que tradicionalmente eran considerados libres de corrupción, como el caso de la fuerza política en Chile”, dice el documento.

Aunado a ello, México carece de una política anticorrupción integral para todos los niveles y poderes de gobierno.
“Sin una política efectiva en todo el territorio, los escándalos de los que la sociedad mexicana ha sido testigo por décadas seguirán sucediendo, y México se mantendrá en esta lamentable posición, en este y otros índices internacionales”.

El resultado también se relaciona con la brusca caída en México de los derechos políticos básicos, como la libertad de expresión y la libertad de prensa, asi como la nulos avances que ha habido para implementar el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).

Finamente, TM propone para que México escale en el ranking:

  • Consolidar el SNA, pasando de la etapa de nombramientos a generar primeros resultados.
  • Corregir las acciones preventivas que no logren resultados medibles y orientar la política anticorrupción hacia la sanción y la recuperación de activos.
  • Desmantelar las redes de corrupción que operan a nivel nacional y gozan de protección política en los diferentes órdenes de gobierno.
    Mantener un esfuerzo continuo y sistemático en la política anticorrupción.

Ilustración: El Telégrafo