¿Qué tan débil tuvo que sentirse hoy Obrador que tuvo que poner el video del día de su toma de protesta, su mayor momento de legitimación, cuando 30 millones de votantes y escépticos vislumbraron aires de un cambio que no ha llegado? ¿Cuándo ante cualquier pausa en su discurso únicamente se escuchaba aplausos y arengas, o en su defecto los silencios como la máxima representación de respeto ante la investidura que ganó tras 18 años de campaña?

En la mañanera de este lunes Andrés se vio pequeño y rebasado por las cifras del Secretariado, los feminicidios y el crimen organizado y en la hora 2:09:30 de su conferencia pidió poner una parte de su toma de protesta para aclarar algo que -tras 8 minutos de video-, ya no quedó claro que era.

Al llegar la hora 2:14:00 de la conferencia vivir del recuerdo ya no sirve de nada, pues está frente a un grupo de periodistas que ya no le aplauden y solo Lord Molécula observa con el mismo entusiasmo, el video que AMLO pidió que se mostrara.

Andrés sigue repitiéndose en su mente ¡no estas solo!, mientras los encargados de la seguridad del país secundan a los reporteros y están en cualquier otra cosa: Alfonso Durazo como siempre “picándole” al celular o el iPad, Luis Crescencio Sandoval de la Sedena en el celular, mientras que Rafael Ojeda de la Semar únicamente está.

Tras casi ocho minutos de video el tabasqueño observa al horizonte, sonriente, impávido, recordando las glorias del pasado, momento en el que pide cortar el video y una reportera lanza la pregunta sobre el video.

Pero el video del CJNG

¡No estás solo!, ¡No estás solo!, ¡No estás solo! se repite Andrés en su mente.