Irene Bermejo

El Parlamento de Nueva Zelanda aprobó este miércoles una reforma para despenalizar el aborto y autorizar la interrupción voluntaria del embarazo en las primeras semanas de gestación, sin necesidad de argumentar ninguna razón de causa mayor.

Actualmente, en la Ley de 1977, de Nueva Zelanda, no se permite el aborto libre; sin embargo, más del 98 por ciento de los que se llevan a cabo en el país se realizan alegando un grave riesgo para la salud mental de la gestante.

El ministro de Justicia, Andrew Little, afirmó que durante más de cuarenta años el aborto ha sido el único procedimiento médico considerado como delito en Nueva Zelanda, por lo que ahora los abortos serán tratados como una cuestión médica.

Little añadió que, con la ley precedente las mujeres que deseaban abortar debían superar numerosos obstáculos, pero con la nueva ley podrán obtener rápidamente consejo y tratamiento.

La reforma fue aprobada con 68 votos a favor y 51 en contra, por lo que para su entrada en vigor solo resta la firma de la gobernadora general, Patsy Reddy.

Una estadística oficial de 2018, indicó que la tasa de aborto, en el país de Oceanía, era de 13.5 por cada mil mujeres, casi el doble total que presentó Alemania, pero al nivel de Estados Unidos.