Rogelio Cabrera López, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), aseguró que en lo que va de estos últimos nueve años, han sido retirados del ministerio 152 sacerdotes, incluso hay quienes “por el tamaño de la culpa”, han tenido que ir a la cárcel.

Sin precisar el número de párrocos que han sido encarcelados, agregó que otros ya la compurgaron y algunos más todavía haciéndolo.

Su declaración se da en el marco de los preparativos para la cumbre contra los abusos sexuales a menores que se celebrará en el Vaticano, y dos nuevos casos de abuso sexual contra menores.

El primero de ellos señala a Aristeo Baca, un presbítero de 76 años de edad que dirige la iglesia, la clínica y el asilo Santa María, quien fue arrestado el pasado sábado 9 de febrero por el presunto abuso sexual con penalidad agravada contra de una niña de ocho años de edad.

El segundo caso también ocurrió en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde al padre Ramiro Plascencia González el Ministerio Público (MP) le formuló cargos legales por el delito de abuso sexual presuntamente cometido en perjuicio de un menor de 17 años de edad.

Sobre las víctimas el presidente del CEM dijo que si bien no cuenta con la información, mínimo son 150, dado que es el número de sacerdotes dados de baja por los actos de abuso.

Los datos anteriores, agregó, “son por aquellas cosas que llegan a la Nunciatura y que sirven de puente para llevar los casos a Roma en la Secretaría, en la Congregación para el Clero y la Congregación para la Doctrina de la Fe es donde definen la sanciones de suspensión definitiva del ministerio”.

En Monterrey, en donde es arzobispo, reiteró que una de las tareas será levantar la estadística, y  es que, en México no hay un centro de recopilación de información, porque cada obispo es el que enfrenta estos problemas.

Por ello, insistió que la prioridad será recolectar los datos pues “Es deber nuestro decir cómo están las cosas”.

Añadió que esperan que después de las medidas “que la Iglesia ha puesto, de mayor exigencia, o como se llama de tolerancia cero, disminuyan los casos de delitos y también que los obispos se pongan las pilas para poner en orden estas situaciones y, como lo manda la ley, cuando nosotros recibimos una noticia de esta índole debemos inmediatamente informar al ministerio público, ya después éste establece los caminos judiciales”.

Finalmente, el arzobispo Cabrera López dijo que no tiene reportes de abusos sexuales cometidos contra monjas en el país.

Fuente: La Jornada