No fue casualidad que las instalaciones del PRI, Fiscalía General de Puebla, el Congreso de Puebla, los paraderos de RUTA y la Comisión Estatal de Derechos Humanos fueran vandalizadas.

Y desde aquí se celebra.

No fue vandalismo, fueron mujeres respondiendo a la misoginia de Barbosa y su gobierno.

Barbosa, el que se queja de que le pintarrajean la Fiscalía.

Barbosa, el que dice que las mujeres se van con el novio.

Barbosa, el que hace que la mayoría lopezobradorista en el Congreso local le apruebe en fast track sus reformas de Ley.

Barbosa, el que mansplainea a reporteras cuando preguntan algo que no le parece.

Barbosa, el que exige a la comunidad LGBT que agradezcan al Legislativo por hacer su trabajo.

Pero también a la FGE.

Una FGE que reclasifica feminicidios como homicidios.

Una FGE que revictimiza a las víctimas de abuso y violencia.

Y al Congreso de Puebla

Un Congreso que presume tener la primera mujer presidente, pero incumplió su acuerdo con las colectivas.

Un Congreso que se niega a discutir la despenalización del aborto y sigue aplazando su aprobación.

Un Congreso que tampoco cumplió con los tiempos para discutir y aprobar la Ley Agnes.

Las mujeres no se ensañaron con la FGE, la CDH, los paraderos de RUTA y el Congreso de Puebla por que son ‘feminazis’, se enseñaron con lo que representan.

Representan al gobierno estatal y su indiferencia ante la violencia contra las mujeres.