Colombia definirá al siguiente presidente en la segunda vuelta electoral, con Gustavo Petro y Rodolfo Hernández como los finalistas.

En tercer lugar quedó Federico Gutiérrez, el favorito del uribismo, lo que representa una derrota para el movimiento político que controló el país durante 20 años.

La segunda vuelta está convocada para el domingo 19 de junio, por lo que ambos candidatos tendrán la oportunidad de buscar negociar con otras fuerzas políticas para buscar el apoyo definitivo del electorado.

Es así como próximamente los colombianos deberán decidir entre un exguerrillero que promete ambiciosos programas sociales (Petro) y un excéntrico empresario investigado por corrupción (Hernández).

La elección se dio en medio de una profunda polarización por el descontento social derivado de la inequidad y la pobreza, además de demandas para reducir la inseguridad en las ciudades y la violencia en las zonas rurales donde operan grupos armados ilegales dedicados al narcotráfico.

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Previo a elecciones

Antes de las elecciones, el candidato del izquierdista Pacto Histórico, Gustavo Petro, un economista de 62 años que fue alcalde de Bogotá y perteneció a la guerrilla del M-19, lideraba las encuestas sobre intención de voto con alrededor de un 40 por ciento, 10 puntos por debajo de lo que necesitaba para ganar la presidencia sin necesidad de ir a un balotaje.

Detrás de Petro, quien promete luchar contra la profunda desigualdad social con subsidios para los pobres, educación universitaria gratuita para los jóvenes y una mejor cobertura de salud, se ubicaba en los sondeos el candidato de centroderecha y exalcalde de Medellín, Federico ‘Fico’ Gutiérrez, con un 27 por ciento. Al quedar en tercer lugar se convirtió en el gran perdedor de este domingo.

En tercer lugar de las encuestas aparecía el septuagenario empresario de la construcción y exalcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández, con un 20 por ciento de apoyo.

Hernández, que se presenta como candidato independiente, ganó reconocimiento por sus excéntricos vídeos en las redes sociales, en los que aparece cantando y montando en patineta eléctrica, así como por su discurso contra la corrupción.

Sin embargo, enfrenta una investigación por supuestamente haber intervenido como alcalde en la adjudicación de un contrato de manejo de basuras que buscaba beneficiar a una empresa y a uno de sus hijos, quien habría hecho lobby a favor de la compañía. El empresario, de 77 años, niega las acusaciones.

Con información de Reuters.