Joko Widodo, presidente indonesio, anunció se suspenderá la competición de la liga de primera división del país, tras los disturbios que dejaron al menos 125 muertos, 32 de ellos eran menores, y 323 heridos el pasado sábado.

La tragedia ocurrió la noche del sábado en la ciudad de Malang luego de que fanáticos del equipo local Arema FC invadieron la cancha del estadio Kanjuruhan tras perder 3-2 ante sus archirrivales Persebaya Surabaya.

La policía respondió con el lanzamiento de gas lacrimógeno a las graderías abarrotadas, llevando a los espectadores a correr en masa a los pequeños portones donde quedaron aplastados o asfixiados, según testigos.

La policía calificó el incidente como un motín en el que dos agentes murieron, pero los sobrevivientes los acusan de exagerar en su respuesta y de provocar la muerte de numerosos espectadores.

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Es por ello que Indonesia anunció la creación de un grupo independiente destinado a investigar la estampida en el estadio que ya es considerada uno de los peores desastres deportivos del mundo.

El equipo conjunto de investigación estará formado por funcionarios del Gobierno, de la federación de fútbol, expertos académicos y periodistas, según anunció el ministro de Seguridad, Mohammad Mahfud.

“Se espera que el equipo termine su trabajo en dos o tres semanas”, declaró Mahfud tras una reunión de las autoridades competentes cuyo tema central fue la tragedia.

El ministro, además, reiteró la orden del Gobierno a la Policía Nacional para que investigara a las personas consideradas responsables del incidente y evaluara las medidas de seguridad.

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Asimismo, activistas de Derechos Humanos solicitaron que se realice una investigación exhaustiva.

Los comandantes de la Policía y otros oficiales deben rendir cuentas por su decisión de disparar “cantidades significativas y excesivas de gas lacrimógeno, que aparentemente causaron asfixia, y que hicieron correr a la multitud hacia las salidas, donde muchos murieron pisoteados”, denunció el subdirector para Asia de Human Rights Watch, Phil Robertson.

Con información de Europa Press