La variante de COVID-19, B.1.1.519 que surgió en México y que se presenta en alrededor del 80 por ciento de los contagios en nuestro país, es considerada de “interés”, pero aún no se clasifica como una variante de preocupación, afirmó Sylvain Aldighieri, gerente de Incidente para COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En conferencia virtual de prensa, añadió que para que una variante pueda considerarse como preocupante, debe presentar aumento en la capacidad de transmisión, cambios en la forma clínica, una mayor virulencia, un impacto negativo en los métodos diagnósticos o disminución de la eficacia en las medidas de control de salud pública incluyendo las vacunas.

“Aunque se ha documentado el aumento de casos atribuidos a esa variante B.1.1. 519, en México, el desplazamiento y reemplazo de variantes es un proceso esperado que se ha observado en otras regiones de las Américas y otras regiones del mundo… sin embargo, por las características moleculares y los cambios encontrados, actualmente la clasificación de esa variante se evalúa como variante de interés”, acotó.

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Además, el funcionario de la OPS reiteró que, si no se logra una distribución equitativa de las vacunas contra coronavirus, no habrá tampoco un control equitativo de la pandemia, lo cual, podría traer como consecuencia que en Latinoamérica surjan nuevas variantes de COVID-19 resistentes a las vacunas que se han desarrollado.

Sylvain Aldighieri advirtió que el peor escenario es que se desarrolle una nueva variante que no pueda ser protegida por las vacunas.

Por su parte, la directora de la OPS, Carissa F. Etienne informó que en los últimos siete días, la región de las Américas ha presentado un aumento de contagios y muertes por COVID-19, mayor al promedio que por semana se registró durante 2020, debido al “abrupto” incremento de casos en países de América del Sur, sobre todo en la región del Amazonas.