Redacción PH

A unas horas de que Daniel Noboa, presidente de Ecuador, declarara estado de excepción de 60 días tras la fuga de un líder criminal, el crimen organizado ha respondido secuestrando policías y cárceles, haciendo explotar artefactos, incendiando vehículos y secuestrando una televisora.

Noboa buscaba reducir la ola de violencia que sufre la nación, sin embargo el golpe de timón que intentó dar al trasladar a una prisión de máxima seguridad a Adolfo Macías, líder de Los Choneros, una banda dedicada al robo, secuestro y narcotráfico en el país, terminó exhibiendo cómo la corrupción se ha infiltrado hasta los más altos niveles de gobierno.

Tras la declaración de estado de excepción al menos cuatro policías fueron secuestrados, tres mientras trabajaban en el turno nocturno de una comisaría en Machala y otro en Quito.

También se reportaron explosiones en varios puntos, incluso los delincuentes habrían explado un puente peatonal en Quito, sin embargo no hubo heridos por ese ataque.

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La madrugada de este martes usuarios en redes reportaron la localización de cuerpos embolsados.

Además, poco después de las 14 horas de este martes, en redes circularon videos de la toma y secuestro de las instalaciones de TC Televisión, cadena que transmitía el programa “Después de El Noticiero”.

Los espectadores habrían escuchado gritos y disparos, para luego ver en pantalla a un grupo de personas armadas y encapuchudas que obligaron a todos los presentes a colocarse enmedio del set y sentarse.

En pantalla se observó al conductor del programa José Luis Calderón ser apuntado, mientras los secuestradores aseguraban estar armados con explosivos y mostraban lo que parecían ser granadas.

Poco después ordenan al conductor pedir ante cámara “que se vaya la policía”, minutos después se apagaron las luces del set y se suspendió la señal.

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También se ha reportado una supuesta toma de la Universidad de Guayaquil donde alumnos y profesores se están atrincherado en sus aulas, pues afirman que criminales ya tomaron el recinto y tienen secuestradas a varias personas.

Noboa ha dicho que no negociará con terroristas, en tanto el gobierno ha señalado que la ola de violencia es una respuesta al plan del mandatario de construir una nueva prisión de alta seguridad y transferir a los líderes de pandillas encarcelados.