Redacción PH

Por su labor en la investigación contra el COVID-19, el Premio Nobel de Medicina ha sido otorgado a Katalin Karokó y Drew Weissman, dos científicos de Hungría y Estados Unidos, respectivamente, considerados los padres de la vacuna que salvó miles de vidas durante la pandemia.

El anuncio lo hicieron los integrantes del Comité Noruego del Nobel al referirse sobre los descubrimientos de Karokó y Weissman sobre las modificaciones de las bases de nucleósidos no solo permitieron desarrollar vacunas eficaces de ARN mensajero contra el COVID-19, sino también contribuir al avance sin precedentes de la inmunización contra otras enfermedades.

El trabajo de los científicos no sólo ayudó a combatir el virus, sino también significó una revolución en la medicina moderna con sus investigaciones sobre el ARN mensajero, mismas que contribuyeron al avance contra la inmunización contra otras enfermedades.

“Sus descubrimientos sobre las modificaciones de las bases nucleicas que permitieron el desarrollo de vacunas efectivas contra el COVID-19”, señaló el Comité.

Karokó junto con el doctor Weissman, llevaban más de una década investigando la interacción de los diferentes tipos de ARN con el sistema inmunológico, avanzando a tal grado que lograron incluir modificaciones de base en el ARNm que abolián la respuesta inflamatoria que como sucedió en los proyectos científicos previos.

Sin embargo, la llegada de la pandemia permitió que la investigación avanzara, diseñando así los dos modelos de inyección de ARNm que presentaron un 95% de efectividad contra el virus.

Fue así como comenzaron a producirse las vacunas de las que actualmente se han administrado más de 13 mil millones de dosis en todo el mundo.