De libros y más

«Para recobrar mi juventud haría cualquier cosa en el mundo, excepto hacer ejercicio, levantarme temprano o ser respetable».

Oscar Wilde, El retrato de Dorian Grey.

Las ciudades -al igual que las personas- esconden secretos, hasta aquellas que parecen inmaculadas, guardan celosamente alguna historia, que, definitivamente las hace más interesantes. En este punto, cabe recordar que la tradición indica que, al referirnos a sucesos escandalosos -de personas o ciudades-, es recomendable hacerlo en voz baja e iniciar el relato comprometiendo a los escuchas -o lectores-, a guardar la más absoluta de las discreciones.

A pesar de haber intentado seguir a pie firme la tradición, he de confesar que, tratándose de esta historia, resulta imposible conducirse con mesura y mucho menos con discreción; por lo que evitaré mencionar que hubo un tiempo en el que la vida de una impecable ciudad quedó trastornada y embelesada por los placeres y excesos de la vida nocturna y que, tanto los aristócratas como la más baja estofa, olvidaron sus diferencias y quebrantando todo tipo de normas sociales y legales, se entregaron a una celebración que parecía alcanzar la eternidad.

Así que, en aras de la discreción, no diré lo anterior y únicamente me limitaré a hacerlos partícipes de los increíbles sucesos que durante largas noches, colorearon y perturbaron la tranquilidad londinense, y que, a pesar del siglo transcurrido, de vez en cuando, al dar la vuelta en una esquina o al pasar frente a un modesto negocio, es posible escuchar los acordes del viejo fox trot «Ain’t We Got Fun» … entonces, ocurre la magia y hasta el más oscuro de los secretos sale a relucir entre cocktail parties y jazz, ya que nadie puede escapar al encanto y desenfreno de los locos años veinte –the roaring twenties-.

Así que, sin más preámbulos, le sugiero que se acomode en su sillón favorito, tenga a mano viandas y bebidas apropiadas y se disponga a pasar un buen rato en compañía de distinguidos miembros de la nobleza europea, escritores, artistas, mafiosos y socialités, que conformaron al grupo más poderoso, extravagante y desinhibido que, durante varios años, hizo que el refinamiento inglés se olvidara a ritmo del charleston.

Los templos del júbilo, es el título de la nueva obra de la escritora británica, Kate Atkinson; famosa por protagonizar grandes éxitos de ventas y por haber sido distinguida con la Orden del Imperio Británico por su contribución a las letras inglesas. En esta encantadora novela, situada en el corazón de Londres durante los fabulosos años veinte del siglo pasado, desde las primeras páginas atrapa al lector con las andanzas de la fabulosa Nellie Coker y sus clubes nocturnos; por lo que, sin duda, esta novela, muy pronto encabezará las listas de los libros más vendidos a nivel mundial.

Con una narrativa fascinante, la autora, nos presenta en Los templos del júbilo, a una sociedad inglesa cansada de la guerra y rebosante de deseos por festejar, que, con ánimo transgresor, cada noche se traslada a los lujosos salones de fiesta comandados por la enigmática Nellie Coker, en donde, al amparo de la música que inunda todos los rincones del barrio del Soho, se entretejen sobornos, excesos, pasiones y hasta asesinatos, con unas notas de jazz.

Para que la seducción de los clubes nocturnos de Coker parezca eterna, la osada propietaria no duda en utilizar cualquier recurso que sea necesario, incluso, arriesgándose a perder la libertad, y es que en esta entretenida novela, los personajes tienen tantos claroscuros que, el representante de la ley se convertirá en el obsesivo perseguidor de Nellie Coker, mientras que ella, en sus intentos por evadirlo, y conservar su poder, quedará atrapada en una red de mentiras, que, al igual que las noches de fiesta que organiza, parecerán no tener fin.

Así, en este maravilloso viaje por el Londres de los fabulosos años veinte, el tiempo pasa sin medida y le aseguro que, casi sin notarlo, quedará atrapado en esta vorágine de emociones hasta quedar inmerso en la vida del Soho y Covent Garden, en donde, más allá del art déco, no todo es color de rosa.

Como habrá notado, la protagonista de Los templos del júbilo, es Nellie Coker, una empresaria cuyas actividades no son precisamente apegadas a la ley, pero que, en un mundo cambiante, se impone para consolidarse como la reina de la vida nocturna londinense. Este personaje, en palabras de la autora, es un homenaje a Kate Meyrick, conocida durante los locos años veinte, como la reina del Soho; propietaria de los más famosos clubes nocturnos, en especial del mítico e inigualable Club 43.

Por último, les revelaré otro secreto de las calles londinenses: si en algún momento pasean por el centro de la capital inglesa y los pasos los llevan al maravilloso barrio chino, detengan su andar ante una sencilla tienda de abarrotes ubicada en el número 43 de Gerrard Street, y al traspasar sus puertas, cuidadosamente agucen el oído, porque en medio del barullo aún se escuchan los acordes de la orquesta que, a ritmo de un frenético jazz, impulsa a la pista de baile a los privilegiados asistentes del Club 43.

Adriana Hernández Morales

Título: Los templos del júbilo

Autora: Kate Atkinson

Editorial: AdN Alianza de Novelas

(También disponible en formato electrónico).

Mi correo: adrianahernandez1924@gmail.com


Adriana Hernández, es miembro del Club Nacional de Lectura Las Aureolas, club fundado por Alejandro Aura en 1995. Es además una mujer comprometida con las causas sociales, abogada de profesión y lectora por vocación.