Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, anunció que en el trascurso de esta semana se buscará modificar el esquema fiscal de Pemex que obliga a la empresa productora a entregar gran parte de sus ingresos a la Secretaría de Hacienda (SHCP).

“Esto va a significar menos recursos para el Gobierno pero lo vamos a suplir”.

En su rueda de prensa matutina el jefe del Ejecutivo Federal justificó el cambio al advertir que el “rescate a Pemex” requiere la reducción, pues en el sexenio anterior su carga fiscal fue hasta del 96 por ciento-

“Ninguna empresa en el extranjero paga los impuestos que paga Pemex. Le vamos a quitar la carga fiscal como nunca ha sucedido. Es la empresa más saqueada en el mundo. Es increíble cómo ha resistido y cómo ha aguantado, porque no deja de ser un gran negocio del petróleo, por eso la tentación tan grande”.

Agregó que la reducción no afectará la inversión en la petrolera sino al contrario, se reducirán los impuestos que aporta.

La más alta

Como ejemplo, Pemex en años anteriores ha tenido cargas fiscales equivalentes al 51.1 por ciento de los ingresos tributarios totales de la Federación, significando hasta un 96 por ciento por ciento del ingreso de las ventas totales en 2011.

Su carga tributaria es notablemente más alta en comparación con la tasa de regalías que pagan petroleras internacionales. Por ejemplo, la estadunidense Exxon-Mobil paga 4.9 por ciento; la holandesa Royal Dutch Shell, 2.9; la brasileña Petrobras, 5.7; y Petrochina, 3.3 por ciento.

“Se llegó al extremo en que todo se le quitaba. Si obtenía un billón de pesos de ingresos, le quitaban 950 mil millones de derechos y de impuestos; ahora le quitan menos, pero le siguen quitando. Esto no sucede con ninguna empresa del extranjero, ninguna empresa paga los impuestos que paga Pemex”.

Sobre los efectos que tendrá dejó en claro que la reducción fiscal sí significará menos ingresos para el Gobierno, pero se suplirán con los ahorros que están obteniendo por la austeridad.

Sus declaración ocurre días después de que a calificadora Fitch emitió una baja en las puntuaciones predeterminadas de emisoras en moneda local y extranjera a largo plazo de Pemex de BBB+ a BBB-, la cual es la nota más baja posible dentro del grado de inversión. También bajó la calificación de largo plazo a Pemex, de “AA (mex)” a “AAA (mex)”.