Redacción PH

Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), anunció que no renunciará a su cargo y acusó que está siendo víctima de un “asesinato social” por un falso feminismo del que se defenderá en los Tribunales.

No obstante, sí pidió perdón a la jugadora Jenni Hermoso, a quien besó en la Final del Mundial Femenil.

“Aquí no se esta tratando de hacer justicia, es falso, se está ejecutando un asesinato social, se me está tratando de matar. Más allá de mi situación personal, como español tenemos que hacer una reflexión de hacia dónde vamos”, dijo durante la Asamblea General de la RFEF.

Criticó que se esté ignorando su trabajo por una acusación del “falso feminismo”.

“A algunos les molesta que esté aquí porque del futbol modesto voy a hacer un futbol digno. Hay que diferenciar y aprender una lección de lo que es la igualdad (…). Es una lección de vida. Mis hijas sí son feministas de verdad y no el falso feminismo que hay por ahí”.

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Criticó que no se esté buscando “la justicia y la verdad, no le importan las personas sino ponerse una medalla y decir que están avanzando cuando es todo lo contrario. ¿Qué pensarán las mujeres que de verdad han sido agredidas sexualmente, a las que de verdad se las ha agredido sexualmente?. A estas personas que están tratando de asesinarme públicamente, me voy a defender en los juzgados. Voy a ejercer acciones”, dijo.

Sobre el beso que le dio a la jugadora el presidente aseguró que “fue espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas. Fue consentido, esta jugadora falló un penalti y yo tengo una gran relación con todas las jugadoras, hemos sido una familia durante más de un mes y tuvimos momentos cariñosos en esta concentración”.

De acuerdo con Rubiales el beso inició tras un acto de la futbolista que le levantó del suelo entre abrazos. “Y casi nos caemos y al dejarme en el suelo nos abrazamos (…) me subió en brazos y me acercó a su cuerpo y le dije olvídate del penalti, me contestó eres un crack y yo le dije ¿un piquito? Ella dijo, vale. Se despidió con un último manotazo en el costado y se fue riendo. Esa es la secuencia de todo”, dijo y descartó que el beso ocurriera en un ambiente o “deseo ni posición de dominio y toda la gente lo comprende también”, justificó.

El presidente sólo se disculpó por el gesto en el palco, cuando se agarró los genitales.

Sobre eso dijo que iba dirigido al seleccionador Jorge Vilda, a quien anunció una renovación y una subida salarial hasta los 500 mil euros.

“Quiero pedir perdón sin paliativos de ninguna clase por un hecho que ocurrió en el palco, cuando en un momento de euforia me agarré esa parte del cuerpo. Hemos pasado mucho Jorge en este último año, a otro nivel más pequeñito te han querido hacer lo que a mí. Un discurso falso. Hemos sufrido y tragado mucho pero hemos estado juntos”.

Finalmente recalcó que no iba a renunciar y fue aplaudido por algunos de los asistentes a la asamblea.