Morena no existe en Puebla estado. Es un “partido”pulverizado por los más distintos intereses. La variedad de ideologías, prácticas políticas, diferencia de formaciones, trayectorias disímbolas, intereses particulares, lo caracterizan.
Peor aún: no existe, hasta ahora, un liderazgo que marque la pauta.
Es función estratégica, a partir de ahora, de Luis Miguel Barbosa Huerta.
Abonar a construir un partido local fuerte, asumir la responsabilidad del liderazgo que lo reclama. Sumar, no restar. Pero castigar a quienes han actuado en contra de los intereses de Morena.
Aún cuando haya afirmado en el templete que ahora será gobernador y que Morena no es su prioridad.
No es el momento de las venganzas. Los castigos o aplicación de las leyes deben darse cuando hay sustento y razón.
El caso notorio y que ejemplifica es el de San Pedro Cholula y quien se asume como el dueño de la comarca José Juan Espinosa Torres. Personaje digno de un monumento a la soberbia, la agresión verbal, al ataque infundado, la venganza, el desdén y el ultraje.
Se merecía que lo corrieran de la presidencia de la Mesa Directiva de la LX Legislatura de Puebla. Perjudicaba su actuación a la alianza del PT con Morena.
Peor, utilizó su puesto para ocultar la revisión de la cuenta 2015 de San Pedro Cholula. Debe ser revisada y legalmente actuar en consecuencia.
Pero, ahora una cargada mediática pretende embarrar a Luis Alberto Arriaga Lila en los desmanes de quien lo precedió en la gestión municipal. En participar, además, en la encomienda de restar votos a Barbosa.
Arguyendo la escasa votación que logró Barbosa en San Pedro y la mayoría lograda por Cárdenas.
Falso.
No se toma en cuenta que Cárdenas lleva una vida viviendo en San Pedro, la gente de ahí lo quiere y respeta y, digo y sostengo que Arriaga Lila es un hombre de una pieza.
Sabe lo que es la amistad. Pero rechaza los malos manejos y la complicidad.
Arriaga y Espinosa son los opuestos en el manejo de los intereses de la sociedad.
Al tiempo.
@luisenriquesf
