Redacción PH

Juan Daniel Gámez Murillo, secretario de Infraestructura estatal, informó que tras la revisión técnica del 2 de noviembre se determinó que serán 64 viviendas las que deberán demolerse por los daños que sufrieron tras la explosión de una toma clandestina en San Pablo Xochimehuacán.

Precisó que se revisaron 255 viviendas de las 262 afectadas, faltando siete domicilios en los que no se llevó a cabo la supervisión porque no han logrado contactar con los propietarios.

En tanto, son 215 viviendas las que presentan daños menores como vidrios rotos, 76 sufrieron daño moderado en cancelería y pretiles.

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Tras la revisión dieron luz verde para que 191 viviendas vuelvan a ser habitadas, regresando el mismo martes 77 familias.

Reducen perímetro

También se determinó reducir el perímetro de seguridad en la zona siniestrada, quedando como el área roja con una superficie de 11 mil 136 metros cuadrados.

La zona naranja abarca una superficie de 31 mil 719 metros cuadrados, mientras que la zona verde es un área de 54 mil metros cuadrados de superficie.