De libros y más

 

El mundo puso el pecado y nosotros la ocasión.

Marguerite Duras.

 

La señora March ha dedicado gran parte de su vida a ser esposa y madre. Del sencillo profesor que hace años la cortejaba mientras le contaba sus sueños literarios, poco queda; al cabo del tiempo, -George-, ya convertido en su marido, alcanzó el triunfo y, ahora, es el escritor de moda. El matrimonio March, ha cumplido cabalmente con los roles que la vida se encargó de asignarles; él se ocupa de sus letras y, ella… de apoyarlo. Al menos, eso es lo que piensa la señora March.

 

Entre los miles de lectores de las novelas de George, ya no está la señora March, ella cree conocer a la perfección esas historias y a sus personajes, tanto como a su marido; pero, a veces, hasta la ordenada y algo aburrida vida de la esposa de un afamado escritor, tiene sus sorpresas.

 

Previo a la gran fiesta que darán los March para celebrar el apabullante éxito de la más reciente obra de George, la señora March, salió de su lujoso departamento neoyorkino con rumbo a su panadería preferida, y, es entonces, cuando un comentario, trastocó su mundo.

 

¿Pueden, unas cuantas palabras, desquiciar a una persona?, o, acaso, ¿es tan grande el poder que tiene una observación para desenterrar aquellos fantasmas que, con tanto esfuerzo, quedaron en el más remoto pasado? Pues, en el caso de la señora March, una vez que escuchó a la empleada de la panadería, ya no hubo vuelta atrás.

 

Con La señora March, la escritora española Virginia Feito, se presenta en el mundo de las letras, y lo hace con fuerza. Su obra, escrita originalmente en inglés, se ha convertido en un éxito editorial. Con esta novela, la madrileña logra que la realidad imite al arte, ya que, al igual que George, su personaje, Virginia, es la escritora de moda. En su libro, la pregunta que recorre numerosos círculos sociales es: «¿Has leído la última novela de George March?», pues, después de la publicación de La señora March, son numerosas las conversaciones que iniciarán con: ¿Has leído la novela de Virginia Feito? Afortunadamente, las similitudes existentes entre el personaje y la autora, solo se limitan al tema de la popularidad.

 

Además de contar con el beneplácito de importantes medios como: The Times, Library Journal, Oprah Daily, The Independent y USA Today; los derechos para la adaptación cinematográfica del libro de Feito, fueron adquiridos, mediante una reñida subasta, por Blumhouse Productions, y el papel protagónico correrá a cargo de la actriz Elisabeth Moss, -famosa por su interpretación de Peggy Olson en la multipremiada serie Mad Men-.

 

Y, a todo esto, ¿qué tiene de especial la novela La señora March, para causar tanto revuelo? Pues, además del acelerado ritmo por el que la autora nos obliga a transitar en sus páginas, es indudable que, la atormentada señora March, tiene vida propia. A partir de la breve conversación que sostiene con la empleada de la panadería, y, que sirve como detonante para que su aparente estabilidad desaparezca, deja de ser un personaje de ficción, y se convierte en un ser humano capaz de pasar sobre cualquier barrera –incluso la de la razón- en busca de respuestas. Definitivamente, esta obra, cargada de magníficos tintes de humor negro, es una experiencia de gran intensidad emocional.

 

Si usted se pregunta qué fue lo que le dijo la dependienta de la panadería a la señora March, para causar tanta conmoción, pues, sin afán de revelar secretos y solo para que tenga una idea de lo que sucedió aquella mañana, después de que la señora March salió de su elegante piso neoyorquino, enfundada en un lujoso abrigo y usando los guantes que su marido le había obsequiado, permítame contarle algo acerca de Johanna, la protagonista del libro escrito por el marido de la señora March. Johanna, es una prostituta de mediana edad, «débil, feúcha, aborrecible, patética, malquerida y antipática […]. Siempre llevaba abrigo de pieles, se protegía las ásperas manos con guantes» y sus clientes sentían por ella más lástima que atracción.

 

Pues bien, parte de la conversación que sostuvo la señora March con Patricia, la dependienta de la panadería, fue la siguiente:

 

«—[…] conozco a la mujer del autor […], ¡qué orgullosa debe de estar!

—Ah, bueno, sí, aunque como ya ha escrito muchos libros…

—Pero es la primera vez que se inspira en usted para crear a un personaje, ¿no? […]

—Pues… —dijo la señora March, que sentía un débil dolor en el pecho—. ¿A qué se refiere?

—A la… protagonista. —Patricia sonrió.

La señora March parpadeó y se quedó boquiabierta, incapaz de contestar. Sus pensamientos se adherían al interior de su cráneo pese a la fuerza con que tiraba de ellos, como si hubiesen quedado atrapados en alquitrán.

Patricia frunció el ceño ante aquel silencio.

—Quizá me equivoque, por supuesto, pero… Se parecen las dos tanto que pensaba… Bueno, no sé, yo cuando leo me la imagino a usted».

 

Y así fue, como el caos irrumpió en la ordenada vida de la señora March; por cierto, y, esto sí es espóiler, ella nunca regresó a la panadería.

 

Adriana Hernández Morales

 

Título: La señora March

Autora: Virginia Feito

Editorial: Lumen

(También disponible en formato electrónico).

Mi correo: adrianahernandez1924@gmail.com


Adriana Hernández, es miembro del Club Nacional de Lectura Las Aureolas, club fundado por Alejandro Aura en 1995. Es además una mujer comprometida con las causas sociales, abogada de profesión y lectora por vocación.