“En cierto sentido nadie ama la vida más que nosotros, porque estamos muy conscientes de la muerte. La belleza de la vida convive de cerca junto al único lugar al que todos vamos a ir: todos en este planeta estamos en un tren, cuyo destino final es la muerte. Así que durante el camino vamos a vivir belleza, amor y libertad. Creo que cuando se suprime uno de los dos lados de la ecuación, se convierte en un panfleto. Cuando tomas en cuenta la oscuridad para prender la luz, eso es la realidad”.

Guillermo del Toro

Al no existir un método preciso de sobrevivencia, ni un manual de instrucciones, cada persona ha sobrellevado la pandemia a su manera, en consecuencia, la improvisación ha dado algunos resultados que parecen de fantasía. El confinamiento dio paso a las formas más creativas de entretenimiento; algunos, se entregaron al deporte -casero, por supuesto-; otros, probaron suerte en las artes culinarias, -el panqué de plátano se ha ganado un merecido puesto de honor-; hay quien optó por el intrincado camino del aprendizaje en línea; y muchos -aunque suelen negarlo-, simplemente dejaron que el tiempo transcurriera. Entre los que sí hicieron algo de provecho, están Julio Patán y Alejandro Rosas, quienes acaban de publicar Pandemia bizarra.

Escriben los autores:

«El 2020 agarró a la humanidad en fuera de lugar. Nadie esperaba una pandemia, mucho menos una cuarentena tan larga, ni un confinamiento 24 x 7 con la pareja, con la familia, con los hijos, con perros y gatos, o con la soledad. Nadie estaba preparado para el coronavirus, ni para hacer la cocina todos los días. Y como nadie lo imaginaba, el mundo entero cayó en una realidad bizarra permanente».

En una época en la que prevalece la corrección política, con opiniones tan decorosas que  rayan en la falsedad; Rosas y Patán, se rebelan y contravienen esas poses absurdas, y con un estilo desenfadado y directo, escriben una obra en la que abarcan prácticamente todos los sucesos y personajes increíbles que han sobresalido durante los meses más recientes, y no solo lo hacen a detalle, sino que, con el justo toque de ironía, evidencian a algunos, cuya fama y ocurrencias, no deberán ir más allá de esta extraña y difícil situación.

Pandemia bizarra, no minimiza la tragedia, incluso el propio Alejandro Rosas, es uno de los sobrevivientes de la enfermedad, y Julio Patán, narra sus propias experiencias a consecuencia de la pandemia, describiendo a la perfección el temor que muchos hemos pasado, a causa de la falsa alarma que da un erróneo diagnóstico personal; aunque francamente, algunas de sus narraciones, tienen el acierto de lograr que el lector pase de la angustia inicial a la risa plena.

Al igual, que en las anteriores entregas de su colección de situaciones bizarras (México bizarro 1 y 2), los autores dan cuenta de los episodios más inusitados, pero ahora, al referirse a la pandemia, obviamente, también abarcan el plano internacional. De tal modo que nos hacen recordar a los payasos repartidores de cubrebocas en el metro Pino Suárez y a los monos que se robaron las muestras de covid-19 en Nueva Delhi; sin olvidar a Mr. Trump sugiriendo inyecciones de cloro para combatir al virus, y claro, la comercialización del líquido de rodillas.

Pandemia bizarra, sin lugar a dudas, se convertirá en un éxito literario. Es una obra ligera, amena, crítica y bien escrita.

Adriana Hernández Morales

Título: Pandemia bizarra

Autores: Alejandro Rosas y Julio Patán

Editorial: Planeta

Disponible en formato electrónico

Mi correo: adrianahernandez1924@gmail.com


Adriana Hernández, es miembro del Club Nacional de Lectura Las Aureolas, club fundado por Alejandro Aura en 1995. Es además una mujer comprometida con las causas sociales, abogada de profesión y lectora por vocación.