Sin disminución en la brecha salarial, sin reconocimiento por el trabajo doméstico, con mínimas oportunidades para desarrollarse en altos mandos y siendo discriminadas, son algunas de las disparidades, aún consideradas invisibles que tiene que enfrentar el 51.3 por ciento de la población de México, es decir las mujeres.

En ello han coincidido el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (Conapred) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), entidades que a través de sus estadísticas han visibilizado más el panorama actual al que se enfrentan las mujeres.

Analfabetas y marginadas

La Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017, colocó a las mujeres como el sector más maltratado.

Las cifras revelan que de cada cinco personas que no saben leer y escribir, tres son mujeres, es decir, en el país hay 1 millón 977 mil 502 hombres analfabetas frente a 2 millones 993 mil 33 mujeres en la misma condición.

Aunque las oportunidades para ambos sectores se reducen en la educación media y superior, el género se convierte en el principal factor que obliga a las mujeres a dejar la escuela.

En este escenario el principal motivo de las mujeres para desertar es no poder solventar sus gastos escolares, situación que envuelve al 21.9 por ciento de las desertoras, seguido de la unión en pareja o embarazo que representa al 18.5 por ciento.

 

Trabajo doméstico

La Enadis, que como proyecto estadístico también fue diseñado para conocer actitudes, prejuicios, percepciones y experiencias entre la población, reflejó un aspecto importante de la estructuras, la organización social y la cultura de México.

En el país el trabajo doméstico, pese a ser una actividad productiva en la cual se involucra una gran cantidad de mujeres, no está siendo ni reconocida ni remunerada como debería.

Ejemplo de ello es que se está invisibilizando a 14 millones 445 mil 590 mujeres que se encargan de esta tarea sin remuneración alguna, frente a los 80 mil 639 hombres que realizan las mismas actividades.

La situación no mejora al referirse a la Población Económicamente Activa (PEA), rubro en el que están insertos 29.3 millones de hombres y 19.8 millones de mujeres, sin embargo, el 46.44por ciento, es decir 9 millones 195 mil 222, trabajan sin contrato laboral.

 

“Propias de su sexo”

De 12 tipos de ocupación asalariada que se incluyeron en la encuesta, las tareas administrativas, las ventas fueron consideradas culturalmente como “propias de su sexo”.

Como empleadas administrativas y ventas se desarrollaron 3 millones 453 mil 274 mujeres frente a 3 millones 14 mil 244 hombres, como comerciantes hubo 1 millón 45 mil 252 mujeres frente a 960 mil 375 varones.

El contraste continúa y al dejar atrás las actividades “propias de su sexo”, México emplea a más profesionistas, técnicos, industriales, transportistas, trabajadores de servicios personales, agropecuarios y trabajadores de apoyo, hombres que mujeres.

Aunque hacia abajo las diferencias se acentúan, la disparidad mayor se percibe en el alto contraste de quienes laboran como “Funcionarios, directores y jefes” porque apenas hay 802 mil 401 mujeres en esas posiciones frente a un millón 281 mil 811 hombres en los mismos cargos.

Prejuicios, estigmas y estereotipos

En 2018 el Inegi lo dejó en claro, el 24 por ciento de las mujeres del país se ha sentido discriminada.

Es el centro-sur del país la zona que concentra el mayor número de estigmas, revelaron mujeres de más de 18 años que se han visto vulneradas por su apariencia, creencias religiosas, edad, orientación sexual, clase social, entre otros motivos.

Con el 28.4 por ciento de mujeres vulneradas, Puebla fue el estado que más discriminó a sus mujeres, seguido de Colima con el 25.6; Guerrero, 25.1; Oaxaca, 24.9; Morelos 24.4; Estado de México, 24.0 y Ciudad de México con 23.7 por ciento.

Mientras el 5.9 por ciento de mujeres se sintió discriminada por ser mujer; 5.9 por su peso o estatura, 6.3 por su forma de vestir, 6.5 por sus creencias religiosas y 0.8 por su preferencia sexual.

En el caso de los hombres la discriminación, además de ser menor fue por situaciones relativas a su nivel socioeconómico y vivienda, origen étnico, su formación académica y edad.

En ambos casos las razones por las que se sintieron discriminadas reflejan que en México la cultura machista continúa tolerándose y reproduciéndose a través de patrones de pensamiento.

Ejemplo de ello fue que al ser cuestionadas sobre si ¿Algunas mujeres son violadas porque provocan a los hombres? el 14.9 por ciento de los hombres (7 millones 89 mil 910) y el 12.3 por ciento de mujeres (5 millones 451 mil 174), respondió que sí.