Un nuevo estudio científico publicado en la revista Science reveló que cuando una planta es mordida por un insecto o arrancada por alguien, reacciona como cualquier otro ser vivo, pues sí puede sentir dolor.

El estudio hecho por la Universidad de Wisconsin-Madison, la Universidad Saitama en Japón, Masatsugu Toyota e investigadores del laboratorio del Dr. Gilroy, basaron sus datos en las reacciones de la Arabidopsis thaliana, una pequeña planta de Eurasia y el norte de África.

Para llega a esa conclusión, inyectaron proteínas fluorescentes, lo cual les permitió observar señales que se extienden por las plantas como respuesta al daño provocado.

La investigación descubrió que a pesar de que las plantas no tienen sistema nervioso, sienten cuando algo viene a comerlas, por lo que responden con defensas químicas para disuadir a los herbívoros y así reparan el tejido dañado.

Las plantas acuden a una forma de comunicación por medio de iones de calcio, la cual les permite enviar señales a larga distancia. Eso implica la necesidad también de unos canales receptores y se reveló que son activados por el glutamato extracelular, un conocido neurotransmisor en mamíferos.

Mientras experimentaban con plantas de mostaza, los investigadores observaron cómo estas se iluminaban a medida que el calcio se iba alejando de la lesión y se distribuía a otras hojas.

Uno de los participantes del estudio, el botánico Simon Gilroy, explicó la importancia de estos descubrimientos al sitio web de la Universidad de Wisconsin Madison.

“Sabemos que hay un sistema de señales sistémico y que, si hieres a la planta en un punto, el resto de la planta desencadena sus respuestas defensivas. Pero no sabíamos qué había detrás de este sistema”.

Los videos grabados por los científicos permiten apreciar que la carga eléctrica, en forma de ondas de luz transmitida por los iones de calcio, se propaga desde el foco del daño hasta el resto de la planta a una velocidad de un milímetro por segundo.