Pedro Lara Hernández/23-11-23

“Es más feliz el que sirve a los demás”
Enrique Domingo Dussel Ambrosini, Profesor universal

El profesor Dussel nació en Argentina, la dictadura militar hizo que en el año 1975 emigrara a México, donde se naturalizó. La lectura de sus obras no es tarea fácil. En su libro La Filosofía de la Liberación describe detalladamente el fundamento de la Ética. Pero escuchar sus conferencias es una verdadero placer de conocimiento.

Ese hombre cambió mi vida. Cuando escuché por primera vez una conferencia del filósofo Enrique Dussel y me enseñó cosas importantes de la vida, y me refrescó enseñanzas que había aprendido en la Facultad de Ciencias Políticas con diversos profesores, me decía dónde estaba este enorme maestro que no lo conocía. Un hombre sabio, conocedor de todo, explicador de todo con una enorme sencillez.

Me recordó, por ejemplo, que a nuestro continente no lo descubrieron los españoles, lo invadieron y lo explotaron, sin acabar todavía con él. Eso me hizo recordar lo que me enseñaron mis profesores de primaria cuando me explicaron que los primeros pobladores del continente habían llegado cruzando por el Estrecho de Bering, creando en nuestro continente culturas grandiosas que son reconocidas en todas partes del mundo, como la Olmeca, la Maya y la Inca.

Me recordó también que nuestro origen es asiático. Que nosotros somos el oriente del oriente. Nada que ver con Europa y África. Hasta que nos invadieron llegando en sus barcos y no terminan todavía de saquear nuestro pueblo. Sólo los métodos cambiaron.

Me enseñó Dussel sobre economía, historia, geografía, filosofía, y sobre todo política. Pierde mucho la izquierda del país sin su presencia, sin sus pláticas coherentes y congruentes. Ya no habrá quién insistentemente solicite que se cambien los contenidos de los planes educativos, porque sin ello la reforma educativa es solo acto retórico y sinsentido. Ya no habrá quien nos recuerde que se debe uno concentrar en enseñar valores esenciales a los niños y a los jóvenes que son las semillas del futuro del país.

Que orgulloso se sentía Dussel de los pueblos originarios. Donde está el origen de lo nuestro. Donde están las enseñanzas primarias. Donde está la humildad y el amor a la tierra. Recorrió el mundo compartiendo sus enseñanzas. Era un profesor universal. Pocas universidades del mundo se abstuvieron de tenerlo en su seno. Tenía una manera propia y genuina de mirar el mundo e interpretarlo.

El profesor Dussel decía: “Lo que da sentido a la vida es a quien yo ofrezco mi vida. Lo ideal es formar un ser humano que sea consciente que recibió gratuitamente la vida y que él la dona gratuitamente a la comunidad. Miles de estudiantes míos me dicen, maestro gracias, usted le dio sentido a mi vida”.

Sirva esta pequeña mención, como un humilde homenaje y reconocimiento a quien dedicó su vida a sus semejantes. De un hombre muy grande, un gran constructor, una luminosa luz que dio brillo al mundo. Gracias apreciado profesor, por tanta luz.