Alberto Jiménez Merino, candidato del PRI al gobierno de Puebla, tomó una postura de conciliación con Enrique Doger Guerrero, ex aspirante al cargo que hoy ostenta.

“No se ha acercado Doger, pero mi mano está extendida para que se una a mi campaña”.

Incluso confirmó que buscará al exdelegado del IMSS en Puebla, pese a que en días pasados el también excandidato en 2018 arguyó su molestia advirtiendo que prefería ser expulsado a respaldar al candidato de Mario Marín Torres, exgobernador de Puebla.

Al respecto Jiménez Merino agregó que respeta su opinión no obstante, él ha forjado una carrera que le permitirá lograr el voto de más de 500 mil militantes.

“Aunque no comparta a veces sus declaraciones, las respetaré siempre. Tenemos un gran ánimo y una gran oportunidad. Soy amigo del pueblo, llevo 27 años de trabajo en comunidades y ya se verá el 2 de junio”.

Incluso Jiménez Merino minimizó los señalamientos que aseguran que su cercanía con el exgobernador podría afectará su imagen, muestra de ello fue lo ocurrido la semana pasada durante su toma de protesta, cuando el exmandatario se convirtió en el centro de atención no sólo de los reporteros sino también de quienes asistieron al evento.

“No sólo es él, sino tres exgobernadores que me estuvieron acompañado, que estuvieron ahí y con ellos he trabajado. No tenemos más preocupación que unir a todos los poblanos y estarán participando todos los militantes que así quieran y lo deseen, a fin de tener éxito en esta campaña”.