Redacción PH

Moungi Bawendi, del MIT; Louis Brus, de la Universidad de Columbia, y Alexei Ekimov, de Nanocrystals Technology Inc., fueron reconocidos por su trabajo con unas partículas diminutas que “tienen propiedades únicas y ahora arrojan su luz desde las pantallas de televisión y bombillas LED”.

Los electrones de los puntos cuánticos tienen un movimiento limitado, lo que afecta a cómo absorben y muestran la luz visible y permite obtener colores muy brillantes, destacó la Real Academia Sueca de las Ciencias al hacer el anuncio.

Ekimov, de 78 años, y Brus, de 80, son pioneros de esa tecnología, mientras que a Bawendi, de 62, se le reconoce haber revolucionado la producción de puntos cuánticos para obtener “partículas casi perfectas. Esa gran calidad era necesaria para utilizarlas en aplicaciones”, indicó la academia.

Bawendi dijo en la conferencia de prensa que se sentía “muy sorprendido, adormilado, conmocionado, desconcertado y muy reconocido”.

“La comunidad se dio cuenta de las implicaciones a mediados de la década de 1990, de que podría haber algunas aplicaciones en el mundo real”.

La premiación de este miércoles también destacó porque los medios suecos reportaron los nombres de los ganadores antes del anuncio oficial.

“Una nota de prensa se envió por motivos aún desconocidos. Hemos estado muy activos esta mañana para determinar qué ocurrió exactamente”, dijo Hans Ellegren, secretario general de la academia sobre el “inusual incidente”, en la conferencia de prensa donde se anunció el premio. “Esto es muy desafortunado, lamentamos lo ocurrido”, y es que el meticuloso proceso de selección, presentación de propuestas e incluso las deliberaciones, incluidos los nombres de los candidatos no premiados, se mantienen en secreto durante 50 años.

Mientras, el Nobel de Física de este año fue a parar a la física francosueca Anne L’Huillier, el científico francés Pierre Agostine y Ferenc Krausz, nacido en Hungría, por lograr el primer vistazo en diminutas fracciones de segundo sobre el mundo ultrarrápido de los electrones.

Esas partes diminutas de cada átomo giran en torno a su núcleo y son fundamentales prácticamente para todo: la química, la física, nuestros cuerpos y nuestros aparatos.

Mientras que el Nobel de Medicina fue para la hungaroestadunidense Katalin Karikó y el estadunidense Drew Weissman por descubrimientos que permitieron el desarrollo de vacunas de ARN mensajero contra el COVID-19.

El premio de química marca la mitad de la temporada de premios Nobel. Aún quedan por anunciar los galardones de literatura, paz y economía, en un proceso que concluye el 9 de octubre.