En Japón un histórico decreto ha dado a todos los empleados del país 10 días de vacaciones para celebrar la abdicación del emperador Akihito, sin embargo la medida no ha sido bien recibida por el 45 por ciento de los trabajadores a quienes les resultó excesivo.

Así lo reveló una encuesta realizada por el diario Asahi, la cual reveló el rechazo que la medida ha provocado en un sector de la población, quienes han advertido que preferirían ir a trabajar.

Lo anterior porque de acuerdo con el ministerio de Trabajo, los japoneses no acostumbran a vacacionar, ya que de los dieciocho días que por ley se otorgan a los empleados generalmente la mayoría únicamente utiliza nueve.

Entre las molestias que les causará será que durante este periodo de asueto, coincidente entre el periodo de abdicación y la llamada “Era Dorada”, los bancos cerrarán, por lo que se recomienda a la ciudadanía en general sacar suficiente dinero.

No será así para la mayoría de los comercios, los cuales permanecerán abiertos, una buena noticia para la tercera economía mundial aunque se espera un impacto limitado.

Otros de los beneficiados serán los operadores turísticos quienes una vez más podrán reportar una temporada alta y una gran lista de espera.