El pleno del Senado de la República eligió con 95 votos a favor y en una segunda ronda de votación, a Yasmín Esquivel Mossa como nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).

La nueva ministra ocupará la vacante que dejó Margarita Luna Ramos en el pleno del alto tribunal.

En una primera ronda de votación, con 122 senadores presentes, Esquivel Mossa logró 66 votos; Loretta Ortiz Ahlf 14 sufragios mientras que Celia Maya obtuvo cero votos.

En tanto 24 senadores votaron en contra de la terna enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y hubo 18 votos nulos.

Y es que, desde el principio se evidenció que las tres postulantes tenían conflicto de intereses al ser militantes o colaboradoras del titular del Ejecutivo.

Sin embargo, en la segunda votación fue apoya plenamente por los senadores de Morena, logrando ocupar el cargo por los siguientes 15 años.

El nombramiento de Esquivel quien también es esposa de Jesús María Riobóo, amigo y consejero del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, causó polémica e indignación entre activistas, principalmente aquellos que están defendiendo el aborto gratuito, legal y seguro y el derecho de las parejas homosexuales.

Sin embargo, el grupo parlamentario de Morena defendió la terna enviada por el tabasqueño argumentando que después de analizar la terna, “se concluyó que las tres mujeres cumplen con los requisitos constitucionales y las capacidades personales que se requiere para ocupar el cargo de Ministra de la SCJN”, por lo que aceptarían el dictamen.

La polémica

El pasado 6 de marzo, organizaciones sociales pidieron al Senado que rechazara la terna de ministras al considerar que las aspirantes han mostrado desconocimiento del marco de derechos humanos, nula independencia judicial e incluso homofobia.

“Yasmín Esquivel, quien, según diversas fuentes, tendría las más altas posibilidades de ser designada, enfrenta cuestionamientos por haber incurrido en conflictos de intereses, al participar en fallos a favor de grupos inmobiliarios y al demostrar influyentismo en su actuación”, señalaron las organizaciones.

En cuanto a Celia Maya, plantearon que “quedó demostrada su falta de criterios mínimos de especialización y respeto por los derechos humanos”. Y sobre Loretta Ortiz cuestionaron su cercanía política con Morena.

Incluso durante su comparecencia ante el Senado, la ahora ministra se mostró en contra de la adopción homoparental, a pesar de que la SCJN ha emitido jurisprudencia respecto a que la orientación sexual es irrelevante en cuanto a la adopción, además de fijar su postura sobre el tema del aborto.

La situación no pasó inadvertida en redes donde a través del hashtag #MinistraContratista se denunció la cercanía de Esquivel con la nueva administración, pues desde que era jefe de gobierno, Riobóo se convirtió en el contratista favorito del político tabasqueño.