Claudia Sheinbaum Pardo, en su primer mitin como candidata a la Presidencia, anunció 100 compromisos de política pública que pondría en marcha en caso de ganar las elecciones del 2 de junio.

De los compromisos presentados, varios de ellos plantean la continuación de las obras y planes que impulsa Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.

Ese será el caso de dos de sus megaobras: el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, el Tren Interoceánico, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la modernización de las refinerías, entre otros.

Además, la ex jefa de gobierno se comprometió a construir más vías de ferrocarriles como las rutas México-Querétaro-Guadalajara, México-Querétaro-León-Aguascalientes, Manzanillo-Colima-Guadalajara-Irapuato, Tepic-Mazatlán-Nogales, México-San Luis Potosí-Monterrey-Nuevo Laredo, México-Puebla-Veracruz, Aguascalientes-Chihuahua-Ciudad Juárez y uno del AIFA a Pachuca.

En materia de programas sociales, Sheinbaum anunció que las mujeres de 60 a 64 años recibirán un apoyo bimestral equivalente a la mitad de la pensión de los 65, con el fin de que “puedan gozar de mayor autonomía”.

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En temas de salud la candidata no habló del desabasto de medicamentos o la saturación de hospitales pero si prometió que afiliará a todos los ciudadanos desde su nacimiento a un servicio público de salud, que garantizará acceso a vacunas, cuidados preventivos, atención médica, estudios y laboratorios, cirugías y medicamentos gratuitos.

En materia de seguridad y justicia repitió la promesa de López Obrador de combatir las causas de la delincuencia, dijo que continuarán las reuniones matutinas de seguridad, y señaló, como AMLO lo hace, al Poder Judicial como el responsable de la impunidad, acusando que protege intereses de una minoría.

Sheinbaum también prometió convertir a México en un país “justo, honesto, libre, participativo y responsable”, al igual que abogar por la fraternidad y fomentar la educación, el humanismo y la ciencia.

También fomentar la cultura y el acceso a la vivienda, así como mejorar los salarios y reforzar la justicia.

Aseguró que gobernará “con la obligada división entre poder político y poder económico” y dijo: “nunca me someteré a ningún poder económico político o extranjero, siempre trabajaré por el interés supremo del pueblo de México y de la nación”.

Sobre la relación con Estados Unidos, Sheinbaum señaló que será “una relación respetuosa, con coordinación, pero no con subordinación” y que “la política exterior de México seguirá los principios de la no intervención y fraternidad con los pueblos”.