Por Claudia Morales

Queridos lectores, que gusto saludarlos nuevamente. Hoy a petición de un asiduo lector de esta columna en Periodismo Hoy, hablaremos del Karma.

Karma. Uno de los conceptos fundamentales de la filosofía india, especialmente a partir de los comienzos del periodo post-védico y significa originariamente “movimiento” o “fuerza”; por extensión, designa la fuerza que puede desarrollar un acto por medio de la cual este acto desemboca en un resultado. La fuerza en cuestión puede ser acumulada en el curso del tiempo y desencadenarse en un cierto momento, con lo cual se establece el grado de mérito de las acciones.

Tales acciones eran primitivamente el conjunto de ritos y sacrificios expuestos en las brahmanas. Pero mientras en la literatura védica propiamente dicha se trataba predominantemente de una serie de ritos externos, en la posterior literatura upanisádica  (textos después de los vedas que explicaban el aspecto místico de la realidad, la naturaleza de Dios y la relación entre el alma y la materia),  se introdujo, cada vez con mayor insistencia, un motivo moral. Este motivo estaba constituido por la ley o leyes de comportamiento con vistas a las recompensas o castigos (estos últimos consistentes en reencarnaciones inferiores después de la muerte). Por eso karma llegó a designar asimismo “ley“  u “orden” – ley de conservación de la fuerza antes mencionada y orden que debe seguir el alma en el camino hacia su liberación. El karma puede ser entendido, de un modo general, como ley u orden moral eterno, o de un modo particular, como el orden de cada alma, o de una determinada casta.”  (Mora, José: Diccionario de filosofía. Buenos Aires: Ed. Sudamericana, 1969, vol. 1, p. 1051-1052)

Se dice que todos en nuestra actual existencia, estamos recogiendo lo que sembramos en nuestras vidas anteriores y a la vez estamos sembrando lo que recogeremos en la próxima. Nunca comprendemos esto, y es así como la humanidad, no podrá escapar de esta cadena de consecuencias, ya que casi nunca sabemos el porqué de nuestros sufrimientos. Cuando una persona siembra desgracias y va causando daño a los demás, de hecho, eso mismo recogerá.

La Ley del Karma es aquella ley que ajusta sabia e inteligentemente, el efecto a su causa. Todo lo bueno o malo que hemos hecho en una vida, nos traerá consecuencias buenas o malas para ésta o próximas existencias.

No debemos olvidar los proverbios Cristianos: “el que siembra rayos, cosecha tempestades”; “con la vara que mides serás medido y con ventaja”, “ojo por ojo y diente por diente” y “el que a hierro mata a hierro muere”.

La Ley del Karma gobierna todo lo creado, y es una ley inmodificable. Esta se conoce en las religiones como “justicia celestial”. Quien viola una ley, crea dolor para sí mismo.

No creo en la reencarnación ni en vidas futuras, creo en un Dios todo poderoso y en la promesa que nos ha dejado a través de su hijo Jesucristo, pero si estoy convencida que tarde o temprano todo lo que hacemos trae consecuencias en esta vida, se crea o no se crea en el “karma”, es simple, causa y efecto. Mi padre una semana antes de morir, tomo mi mano y me dijo: “la vida pasa factura”, y me quedo muy claro. En lo personal trato de actuar de la forma que me gusta que me traten, no por lo que me pueda suceder, sino por un amor natural al prójimo y a todos los seres vivos. Mi hijo de 4 años, cuando le preguntas a quien amas responde: Mikel ama a Mikel, pues es la premisa más importante en la forma de relacionarnos, nadie puede dar lo que no tiene, si tienes amor por ti, seguro lo darás a los demás y consecuentemente evitarás causar daño deliberado a los que te rodean.

En fin, cada quien decida si cree en el karma, ley acción y consecuencia o lo que siembra se cosecha, solo el tiempo confirmará en cada quien esta ley.

Espero le haya gustado como se abordó el tema Dr.

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